Rumania, 1987, el brutal régimen comunista de Ceausescu aun está vigente; el control de la natalidad es ilegal y el aborto es un crimen castigado con la muerte. 'Gabita' (Laura Vasiliu) esta de casi cinco meses en un embarazo no deseado y en su desesperación se vuelve sobre su amiga y compañera de cuarto, Otilia (Anamaria Marinca) en busca de ayuda para organizar un aborto ilegal.
Las desafortunadas circunstancias fuerzan a las dos mujeres a usar a un hombre abortista, Viarel 'Domnu' Bebe (Vlad Ivanov), que, además de una cantidad absurda de dinero, exige también tener sexo con las dos mujeres como forma de pago. La desolación del argumento expresa una crítica socio-política en los años oscuros del ocaso de una represiva dictadura.