Con su compañía de fusionar, un experto en informática felizmente casado y exitosa está esperando un ascenso. En su lugar va el trabajo a una mujer de otra planta con quien tuvo un romance en sus días de soltero. Su nuevo jefe, no sólo peligrosamente atractivo pero igualmente peligrosamente ambicioso, ha subido la escalera corporativa ejerciendo una influencia indebida en el CEO. Al parecer intenta recoger donde dejaron pero casi logra resistir. Este enlace pronto se revela como parte de su plan maestro para consolidar su poder y usar Tom como chivo expiatorio para cubrir sus fechorías técnicas. Como su posición en el trabajo viene bajo una creciente presión decide presentar cargos de acoso sexual. Esto es lo último que la empresa necesita.