Bill y Kate están en un matrimonio sin emociones con su único hijo en la Universidad. Sabían que no sonaba feliz pero luego llega la noticia de que era el asesino de masas en su escuela, matando a 17 profesores, compañeros y él mismo. Tratan de seguir adelante con sus vidas, pero ellos se ven frenados por su propio dolor y el hecho de que los medios de comunicación y todos a su alrededor les ven como monstruos. Cuanto más luchan contra ella, se dan cuenta que sólo tienen unos a otros.