Frankenstein de Mary Shelley (1994)
Los clásicos literarios son fuente de inspiración habitual para el mundo del cine, sin embargo su lectura por parte de guionistas y directores no siempre es todo lo fiel que uno espera. Muchos le llaman a eso una reinterpretación de la historia, aunque tampoco pueden negar que, en ocasiones, esa reinterpretación acaba tan lejos de la obra original como una pera de una manzana. Otros, en cambio, prefieren ceñirse tanto a la obra original que parece que su intención es la reproducción en imágenes ...