En los años veinte Buenos Aires, sensación de Tango Carlos Gardel está implicado con varias mujeres, incluyendo a la baronesa Sra. Wakefield. Encuentra su camino a la década de 1930 París y cautiva a la cultura local con su seductora voz y rostro deslumbrante. Con el trasfondo de la agitación social y de agitación política, la baronesa lo cambia para siempre, transformando un alma errante en un legendario icono musical.