Después del final de la guerra en Bosnia, Halima, una bondadosa campesina de una remota aldea musulmana en Bosnia occidental, busca los restos de su esposo y su hijo adolescente, que fueron tomados por las fuerzas paramilitares serbias y ejecutados. Mediante análisis de ADN, el Comité de la ONU sobre personas desaparecidas se las arregla para identificar los restos de su esposo en una de las fosas comunes, pero el Comité aún no puede identificar los restos de su hijo, ya que Halima se niega a dar una muestra de sangre para pruebas de ADN. Hay algo que no sabe la Comisión, algo que Halima se esconde de los demás: su hijo amado no era en realidad su hijo biológico. La toma de la historia nos retrotrae hace dos décadas, durante el período de Yugoslavia, donde aprendemos como Halima y su esposo fueron padres adoptivos, despues de esfuerzos infructuosos para tener un hijo por su propia cuenta. Junto con esa historia, seguimos camino Halima hoy en día mientras está buscando a la madre biológica de su hijo, la única persona que puede dar una muestra de sangre para ayudar a identificar los restos de su hijo adoptivo. Aprendemos que la madre biológica de hijo Halima es su sobrina, hija de su hermano, quien tuvo un romance con un novio serbio de un pueblo cercano. Como hermano de Halima desaprobado fuertemente de la relación de su hija adolescente con un muchacho cristiano, su hija ha dado secretamente el hijo no deseado a su tía Halima, ocultar esto a los demás y lo más importante, de su propio novio serbio que pensaban que el bebé había muerto. Halima busca su sobrina distanciada, que ahora vive en la parte serbia controlada de la Bosnia con su esposo y sus tres hijas y no quiere tener ningún enlace a su vida anterior, Halima descubre un hecho terrible de sus peores pesadillas que le impide buscar más. Aún así, con este descubrimiento, la espiral de acontecimientos trágicos del pasado continuaría en el presente, interrumpiendo una vez más las vidas turbulentas de los personajes.
