Desde los primeros días de su infancia Lara ha tenido una tarea difícil pero importante. Tanto sus padres sordomudos y Lara tiene que traducir del lenguaje de signos a la palabra hablada y viceversa cuando sus padres quieren comunicarse con otras personas. Mayor y más maduro se convierte en interesado en la música y comienza a tocar el clarinete muy con éxito. Sin embargo, sus padres son sordos, no comparten la carrera musical de Lara. El día viene cuando Lara tiene que decidir entre sus padres y sus propias ambiciones.