Robert y Katherine Thorn parecen tenerlo todo. Están felizmente casados y es el Embajador de Estados Unidos a Gran Bretaña, pero quieren más que tener hijos. Cuando Katharine tiene un mortinato, Robert es abordado por un sacerdote en el hospital que sugiere que toman un recién nacido sano cuya madre acaba de morir en el parto. Sin decírselo a su esposa está de acuerdo. Después de trasladarse a Londres, extraños sucesos - y los avisos de siniestros de un sacerdote - plomo hacerle creer que el niño se llevó del hospital italiano es el mal encarnan.