Cuando bastante pero atribulado Kaye se traslada a Nueva Orleans desde Atlanta con su madre y hermano, forja una amistad especial con Emily, una rebelde secundaria senior con sus propios problemas. Se convierten en mejores amigos instantáneos y comienza a pasar todo su tiempo libre juntos. Emily incluso ayuda a Kaye huir de casa. Las madres de las niñas no aprueba su relación, y la madre de Emily acusa de asociar a estrechamente con una chica joven corrompida y confundida. A medida que crecen cerca de Kaye y Emily, madre de Kaye comienza a sospechar lo que teme es el peor, que la potencia sexual de Emily ha corrompido a su hija. Ante las burlas de sus compañeros y las presiones de sus familias y sus creencias religiosas conservadoras, Kaye y Emily se ven obligados a elegir entre el amor y las promesas que hicieron a uno al otro y que cabe en una sociedad que se niega a aceptarlos.
