Sólo cuando las calles parecían seguras, es un asesino en serie con un fetiche para cuero cabelludo hacia atrás y en la caza. Frank es el dueño retirado de un almacén de maniquí, pero su vida cambia cuando joven artista Anna aparece pidiendo su ayuda con su nueva exposición. Su amistad se desarrolla y se intensifica la obsesión de Frank, llega a estar claro que ha desencadenado una compulsión largamente reprimidas para acechar y matar.