Mientras trabajaba como operador de CCTV en finca de Red Road clase trabajadora de Glasgow, Jackie ve un rostro del pasado, un rostro que ella pensó que ya no perseguiría a sus sueños. Manteniendo su distancia y con el uso de sus cámaras de CCTV, sigue la cara y el hombre y finalmente decide enfrentarse a él. Aquí es que una vez más se entrelazan las vidas pasadas y las conciliaciones se ventilan.