Marianne y Johan se reúnen otra vez después de treinta años sin contacto, cuando Marianne repentinamente siente una necesidad de verla ex marido otra vez. Ella decide visitar a Johan en su vieja casa de verano en la occidental provincia de Dalarna. Y así, un hermoso día de otoño, ahí está, al lado de su sillón reclinable, despertarlo con un beso ligero. Alojarse en una cabaña en la propiedad es el hijo de Johan Henrik e hija Henrik Karin. Henrik está dando su hija violonchelo lecciones y ya ve su futuro como vigilada. Las relaciones entre padre e hijo están muy tensas, pero ambos tienen un efecto protectoras de Karin. Ellos están todos todavía de luto por Anna, muy querida esposa Henrik que murió hace dos años, sin embargo, que, en muchos sentidos, sigue presente entre ellos. Marianne pronto se da cuenta que no son todas las cosas como deberían ser, y ella se encuentra involuntariamente dibujado en una lucha de poder complicado y molesto.
