En el año 1215 y los barones rebeldes de Inglaterra han obligado a sus odiados John rey para poner su sello real a la Carta Magna, un noble documento seminal que confirmó los derechos de los hombres libres. Aún dentro de los meses del mismo comprometiéndose a la gran carta, el rey se echó atrás en su palabra y había reunido un ejército mercenario en la costa sur de Inglaterra con la intención de traer los barones y el país bajo su gobierno tiránico. Salvo su camino estaba parado el poderoso castillo de Rochester, un lugar que se convertiría en el símbolo de trascendental lucha los rebeldes por justicia y libertad.