Columnista de chismes Ludo se encuentra condenado a 300 horas de servicio comunitario tras choca literalmente una fiesta privada celebridad. El trabajo es en un día-centro infantil y mientras que el trabajo está bien es su mala suerte que la persona a cargo es una mujer quien solía jugar interminables bromas cuando estaban en la escuela; Ella no ha olvidado y está dispuesta a usar su nuevo poder para traer su propia. Encuentra sin embargo que, como los niños, se está calentando a él. Si sólo la orden judicial había detenido sus juergas también.