En 1939, en un campo de concentración francés, José Garcés del derrotado ejército republicano español eleva los espíritus de sus compañeros presos por contar la historia del año que tenía 8 años, 1911, en una pequeña ciudad en el noreste de España. Era un bribón, desconcertante de su padre, siempre en problemas y en el amor con Valentina, una vecina. En su azotea de noche envía mensajes de semáforo a ella. Escribe poemas. Se les mete en problemas, matando a las palomas de cría de su padre. Cuando las dos familias campamento en un castillo decadente, su tutor, un sacerdote simpático, le dice acerca de los hombres más valientes, los Santos, los héroes y los poetas. Ya un poeta, él aprende una lección acerca de ser un héroe.