Ciudad de Nueva York queda subsumida en vientos árticos, noches oscuras y luces blancas, su vida se desarrolla, es una extraordinaria colmena de la imaginación, la casa más grande jamás construida, y no existe nada que puede chequear su vitalidad. Una noche de invierno, Peter Lake (Colin Farrell), huérfano y maestro-mecánico, intenta robar una mansión de fortaleza en el Upper West Side. Aunque cree que la casa está vacía, la hija de la casa es la casa. Así comienza el amor entre Peter, un ladrón irlandés de mediana edad y Beverly Penn (Jessica Brown Findlay), una chica joven, que se está muriendo.