Esther

Asuero (Jerjes I), rey de los persas, cuyo imperio ahora se extiende desde India a Egipto después de la derrota de los babilonios, es la celebración de un banquete de celebración por su pueblo en la ciudadela de Susa Mostrar su riqueza y esplendor. Cuando invoca su atractiva esposa Vasti, para mostrar su belleza a los huéspedes, la orgullosa reina se niega a venir. El rey le prohíbe desde alguna vez entrar en su presencia otra vez con prontitud y da órdenes para las jóvenes vírgenes más hermosas en la tierra comparezcan ante él. La joven judía Esther, hija adoptiva de su tío Mardoqueo, está entre las chicas seleccionadas; se les dice que se embellecen en el harén real y se preparan para pasar la noche con el rey. Esther logra encantar al rey con su extraordinaria belleza y encanto, y ella hace su reina. El Rey promueve a su leal súbdito Haman - cuya familia es en particular contra los judíos-para el cargo de primer ministro del Reino. Cuando el judío Mardoqueo no arrodillarse ante Amán como todos los demás, irritación de Amán con él se transforma en un odio profundo del pueblo judío. Logra llegar al rey para aprobar una ley que permite a los judíos de todos los países a ser perseguidos y asesinados en un día determinado. En su desesperación, Mardoqueo busca la ayuda de Esther. Ella pone su vida en riesgo visitando el rey sin su consentimiento y luego invita a cenar con ella esa noche él y Amán. Al revelar su origen judío Esther ahora tiene éxito en exponer su malvado plan de Amán a matar a los judíos y en la obtención de indulto del rey para su pueblo. Amán es debidamente colgado en la horca que él había construido para Mardoqueo. Puesto que el Real Decreto es irreversible, Asuero pasa uno otro permitiendo que los judíos para defenderse de sus enemigos, quienes terminan por vencer. Muchos judíos ahora volver a la ciudad Santa y empiezan a reconstruir Jerusalén.