Duchess of Kent

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Última película: La reina Victoria

Duchess of Kent

La duquesa de Kent es un título dado a la esposa del duque de Kent.

Henry de Grey, cortesano y el hijo de Anthony de Grey, XI Conde de Kent, fue creado el primer duque de Kent en 1710. Sin embargo, ninguno de sus dos esposas eran estilo Duquesa de Kent. Por desgracia, Henry sobrevivió a tres de sus hijos, así que el ducado llegó a estar extinto tras su muerte en 1740.

El 23 de abril de 1799, George III creó el duque de Kent y Strathearn para su cuarto hijo, Edward Augustus. Cuando se casó con victoria de Sajonia-Coburgo-Saalfeld en 1818, ella fue labrada su Alteza Real, la duquesa de Kent y Strathearn. El ducado llegó a estar extinto después de la muerte de Edward en 1820, como no tenía ningún heredero varón legítimo. Sin embargo, su hija, Alexandrina Victoria, se convirtió en la reina del Reino Unido el 20 de junio de 1837.

12 de octubre de 1934, se creó Prince George Edward Alexander Edmund, el cuarto hijo de George V, Duque de Kent, Earl of St. Andrews y Barón Downpatrick. Sobre su matrimonio seis semanas más tarde a Marina zu Schleswig-Holstein-Sonderburg-Glücksburg de Grecia y Dinamarca, ella se convirtió en estilo su Alteza Real, la duquesa de Kent. Su hijo, Edward George Nicholas Paul Patrick, ha sido el duque desde la muerte de su padre el 25 de agosto de 1942. La actual Duquesa de Kent, el ex Katharine Worsley, es quizás más famoso para presentar el trofeo al ganador cada año en Wimbledon. Su hijo, George Philip Nicholas, es el tercer Earl of St. Andrews.

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La reina Victoria

La reina Victoria

Dominado por su madre posesiva y su consorte intimidación, Conroy, desde su infancia, adolescentes Victoria niega a permitirles el poder de actuar como su regente en los últimos días de su tío, la regla de William IV. Su primo alemán Albert se anima a cortejarla por motivos exclusivamente políticos pero, tras su adhesión a dieciocho años de edad, considera que se está enamorando de ella y se consterna en dependencia de su fiel ministro Melbourne. Victoria está impresionada por la filantropía de Albert que es similar a su propio deseo de ayudar a sus súbditos. Sin embargo su lealtad a Melbourne, percibido como un ambicioso, casi provoca una crisis constitucional y es Albert que ayuda a restaurar la confianza en sí mismo. Propone y se casan, Albert demostrando no sólo un esposo devoto, preparado para tomar una bala asesina por ella, pero un agente de la muy necesaria reforma, finalmente avalado por una admiración Melbourne.