Philip Seymour Hoffman: lo que te quita un 2 de febrero
La muerte es parte de la vida, por lo que es inevitable que nos encontremos con ella desde que dejamos atrás el útero materno (día duro, se mire por donde se mire) hasta que terminamos del otro lado, ya esté ese lado en un nicho del cementerio o tras el cristal de un crematorio. Una muerte, por mil veces que tropecemos con ella, siempre ofrece caras distintas. Unos rostros que pueden ser tristes, alegres, decepcionantes, sorprendentes o desagradables. Unos rostros ocultos, que sólo se muest ...