Drama policíaco dirigido por William Friedkin en el que retrata a dos policías de Nueva York que tratan de interceptar un enorme cargamento de heroína procedente de Francia.
Se establece un interesante contraste entre Jimmy 'Popeye' Doyle (Gene Hackman), un fanático alcohólico con mal genio que es sin embargo un oficial de policía muy trabajador y dedicado, y su némesis Alain Charnier (Fernando Rey), un caballero urbano que es sin embargo un criminal y uno de los mayores fabricantes de drogas y de heroína pura que se mueve en América del Norte.
Friedkin ofrece en esta película una de las secuencias de persecuciones de coches más apasionante y memorable jamás filmadas.