En la década de 1860, una aristocracia agonizante lucha por mantenerse en Sicilia. La película trata con un ritmo lento y deliberado la disminución de la noble casa de Fabrizio Corbero (Burt Lancaster), príncipe de Salina (el leopardo) y la correspondiente subida a la eminencia del enormemente rico ex-campesino Don Calogero Sedara (Paolo Stoppa).
El propio príncipe se niega a tomar medidas activas para frenar el declive de sus fortunas personales o para ayudar a construir una nueva Sicilia, pero su sobrino Tancredi (Alain Delon), príncipe de Falconeri nada con la marea y asegura su posición al casarse con la hermosa hija de Don Calogero: Angélica Sedara (Claudia Cardinale).