Las películas de apariencia lenta, con pocos diálogos y largas secuencias, tienden a resultar pesadas. Salvo cuando su falsa tranquilidad atrapa, absorbe y no suelta ni un segundo; como ocurre en 'Sicario: en tierra de nadie' (Denis Villeneuve, 2015). El trabajo del canadiense es a las tramas sobre narcotráfico lo que 'En tierra hostil' (Kathryn Bigelow, 2010) es al género bélico, es decir, una propuesta que se vale del suspense para sumergir al espectador en la atmósfera asfixiante de ese mundo.
'Sicario' es violenta, emocionante y hasta reflexiva -¿dónde está el límite cuando se busca poner fin a una guerra?-. Pero lo que más sobresale es sin duda su capacidad para mantenerte, para mantenernos, en tensión y sin poder apartar la mirada de la pantalla hasta el final.
Arranca con ventaja, eso es cierto, gracias a una poderosa secuencia donde descubrimos horrorizados los crímenes que persigue la protagonista de esta historia, una agente del FBI que cree en las reglas. Ese primer momento es brutal, horroriza, impacta, siembra la semilla de la curiosidad... Y ya estamos perdidos.
Emily Blunt repite como heroína de acción en 'Sicario'
En alerta
Lo que viene después nos hace contener la respiración. Se trata de una larga secuencia en un país extranjero, donde el peligro acecha en casi cada fotograma, y donde la escasez de explicaciones deja que nuestra imaginación vuele alto y figuremos los peores escenarios posibles.
Ahí es donde Villeneuve mejor demuestra su maestría del suspense. También donde el realizador prueba de nuevo que es uno de los cineastas más prometedores del momento -si le perdonamos la bizarra 'Enemy' (2013)-.
Villeneuve se vale de mucho movimiento, de planos aéreos y de inquietantes silencios para mantenernos atrapados en su historia. Aunque hay que matizar que la música compuesta por Jóhann Jóhannson -sofocante, desesperada...- juega un papel determinante. Por algo recibió una nominación al Oscar. Sólo escucharla, con los ojos cerrados, te pone en alerta.
Blunt, Josh Brolin y Benicio del Toro conforman el trío protagonista
Contrastes
Emily Blunt da vida a la heroína de 'Sicario', una idealista agente de campo que enseguida adopta nuestro papel, el de espectador que asiste a los acontecimientos sin saber qué está ocurriendo ni por qué. El personaje de Blunt nos da la perspectiva desde la que seremos testigos de una cruenta guerra entre las fuerzas de seguridad norteamericanas y el narcotráfico mexicano. Una contienda que se desarrolla a oscuras, alejada de la ley y la lógica, y donde prácticamente todo vale.
'Sicario' asoma al personaje de Emily Blunt a una realidad que no quiere ver. De quien no puede despegar la mirada, por el contrario, es de Benicio del Toro. El actor puertorriqueño interpreta a Alejandro, un misterioso hombre que ayuda a los norteamericanos a combatir el horror que llega de Ciudad Juárez y que aterra y fascina en partes iguales a Kate Macer (Blunt).
Alejandro tenía mucho más diálogo en el guion inicial del que finalmente le vemos articular en la pantalla. Sus silencios fueron idea del propio Del Toro. Fuera cual fuera su motivación, la actitud reservada de Alejandro acentúa el misterio que rodea al personaje y, en consecuencia, añade más tensión a un ambiente de por sí incómodo.
Benicio del Toro es Alejandro, un enigma que es peligroso resolver
No ha pasado desapercibida
En resumen, 'Sicario' presenta una batalla contra el narcotráfico de dudosa moralidad; el choque de dos maneras de entender cómo se combate el crimen; y un enigmático hombre, Alejandro, del queremos saber más -por fortuna habrá secuela-.
Intensa, agobiante, una de las mejores películas del año pasado para algunos críticos, el tiempo dirá si 'Sicario' supone también la consagración de Denis Villeneuve.
¿Y qué me decís de la maravillosa fotografía de Roger Deakins?
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