Primero, las cosas claras. 'Star Wars: El despertar de la fuerza' (J.J. Abrams, 2015) es una película para ver en pantalla grande. También para verla dos veces (o tres como Steven Spielberg, o cuatro...). Es, además, una acertada recomendación para una tarde de invierno. Un filme de aventuras y ciencia-ficción con capacidad para mantenerte pegado a la butaca durante algo más de dos horas y, al final, provocarte una gran sonrisa que acompañe a los títulos de crédito. Y si no te apasionan las aventuras ni te interesa la ciencia-ficción tampoco podrás negar, sin embargo, que es la mar de entretenida. Dicho de otro modo, el séptimo capítulo de la saga espacial más famosa de todos los tiempos es, sencillamente, una buena película.
A partir de ahí podemos encontrar opiniones variadas. Muchos fans incondicionales del universo creado por George Lucas que llevaban décadas esperando una secuela a la altura de la trilogía original (trilogía que recientemente comentábamos aquí, aquí y aquí) estarán convencidos de que 'El despertar de la fuerza' es el mejor capítulo de 'Star Wars' hasta la fecha. Otros más exigentes con el trabajo tras las cámaras probablemente se quejen de cierta falta de originalidad en la historia o de cómo las claves del argumento de los filmes anteriores se repiten en este. Y habrá, por supuesto, quien se sienta defraudado e incluso enfadado con ciertas sorpresas en la trama que no voy a desvelar.
El paisaje de desolación que mostró el primer tráiler de 'El despertar de la Fuerza', ¿un guiño a los nostálgicos o una señal de lo que está por venir?
Pero lo que es seguro es que el guionista y director J. J. Abrams ha cumplido el encargo con buena nota. Continuar una saga icónica, recordada y adorada en (prácticamente) todo el mundo no es fácil y el resultado no puede convencer a todos por igual. Pero la película de Abrams ha logrado encandilar a buena parte de tres generaciones distintas: a los nostálgicos del joven Luke Skywalker, a quienes se iniciaron en la galaxia con la vida y obra de Anakin y a los más jóvenes que por primera vez han visto en pantalla grande un capítulo de la saga.
'Star Wars: El despertar de la fuerza' atrapa desde su primera secuencia, hayas visto una, dos o ninguna trilogía anterior, y encadena una apasionante escena con otra mediante la adrenalina de la aventura y la carga dramática de un destino incierto.
J. J. Abrams es el primer cineasta que dirige dos entregas de las sagas espaciales más populares: 'La guerra de las Galaxias' y 'Star Trek'
Mismos ingredientes, distintos héroes
Entiendo a los extasiados por 'El despertar de la Fuerza' que, tras un primer intento de retomar la franquicia que resultó un fracaso ('La amenaza fantasma', 'El ataque de los clones' y 'La venganza de los Sith', de 1999 a 2005), se han reencontrado con los elementos definitorios del universo que les enamoró: héroes accidentales, la Resistencia, el Imperio (en este caso, la Primera Orden), persecuciones por distintos planetas, dramas familiares y orígenes misteriosos.
Por otra parte, también comprendo a los espectadores más exigentes que en determinados momentos han tenido la sensación de estar viendo la misma película que en 1977, aunque, eso sí, más sobria y equilibrada (para mi gusto, mejor).
Chewbacca y Han Solo, "por fin en casa"
Si he de escoger un bando, me uno a los primeros. Porque 'Star Wars: El Despertar de la Fuerza' es más de lo mismo pero en realidad eso es lo que debe ser. Un cóctel de ingredientes conocidos que pueda cautivar al público de ayer y al de hoy. Aventuras, épica y drama intergaláctico bien mezclados con un potente sabor a nostalgia. Una historia previsible... pero también única.
Porque aunque Mark Hamill, Harrison Ford y Carrie Fisher retomen en esta séptima entrega sus personajes de Luke Skywalker, Han Solo y la princesa Leia (ahora general Leia), la historia que cuenta Abrams no es la suya, sino la de Rey (Daisy Ridley), Finn (John Boyega) y Poe Dameron (Oscar Isaac) -también la del malvado Kylo Ren (Adam Driver)-. Los Skywalker y compañía siguen formando parte de la trama pero el foco ya no está en ellos.
Adam Driver se esconde tras la máscara de Kylo Ren, otro Jedi seducido por el lado oscuro
Y en consecuencia, volvemos a saborear la emoción de desconocer qué es lo que va a pasar a continuación. De ahí, por cierto, que la decisión de Disney de retrasar el estreno del capítulo VIII (que dirigirá Rian Johnson -'Looper'-) a diciembre de 2017 resulte un fastidio.
Montaña rusa de emociones
'El despertar de la fuerza' arranca de igual modo que sus antecesoras (poniendo la piel de gallina), con los famosísimos títulos de crédito que ascienden por la pantalla seguidos de una emocionante escena de acción. A continuación, descubrimos al trío protagonista: el piloto Poe Dameron, el 'stormtrooper' Finn y la chatarrera Rey. Los tres nos recuerdan en momentos concretos a viejos conocidos distintos y los tres se ganan nuestro favor a los pocos segundos de aparecer en pantalla.
Seguimos. Un nuevo robot, BB-8, amenaza con convertirse en el personaje más adorable de toda la franquicia, hasta el punto de que únicamente los más fieles a la trilogía original echarán de menos a C3PO y a R2D2... Y un villano con ansias de emular a Darth Vader demuestra que es muy capaz de hacerle sombra (todo dependerá de cómo continúe la historia). El Halcón Milenario vuelve a surcar la galaxia. Leia sigue siendo una líder innata. Han conserva intacto su encanto. Los 'stormtroopers' se dejan notar (uno de ellos esconde al mismísimo Daniel Craig - James Bond). Y la banda sonora de John Williams nos transporta una vez más a un palpitante torbellino de aventuras.
Finn y Dameron, pareja de acción imprevisible
¿Hace falta más?
A mí, que nunca he sido precisamente una fan acérrima de la saga y que he tardado casi un mes en ver el esperado capítulo VII, me basta con eso. Sobre todo cuando la auténtica heroína de esta nueva historia, el personaje de Rey (Daisy Ridley), es todo un descubrimiento que despierta el interés suficiente y destila el carisma necesario para guiarnos por la secuela más esperada de la historia reciente del cine.
En definitiva, la tarea era complicada y, el resultado, más que satisfactorio. Así pues, bienvenida sea la nueva generación de caballeros Jedi, pilotos de la Resistencia y villanos imperiales.
Rey (Daisy Ridley) ha llegado a la saga de George Lucas para poner patas arriba la galaxia (y nosotros, encantados)