Review: La era del rock (2012)

Review: La era del rock (2012)

Escrito por reyloren

Los musicales teatrales son uno de esos productos de entretenimiento que gustan a prácticamente todo el mundo. Cuentan una historia por lo general amena, hacen reír y, sobre todo, consiguen que la audiencia vibre con su música. Y si las canciones son del agrado del público, mucho mejor. Esa magia que desprende el musical de Broadway, Londres, la Gran Vía o donde quiera que se interprete, con su cercanía, su música en directo y su conexión con el público, no la transmite la pantalla. Por eso, las adaptaciones teatrales al cine no siempre consiguen buenos resultados. El último intento por parte de Hollywood, ‘La era del rock’ (‘Rock of ages’, Adam Shankman, 2012), es un ejemplo de ello.

‘La era del rock’ adapta el musical ‘Rock of ages, que nació en Los Ángeles en el año 2006. La historia se sitúa en 1987, en la época dorada de las grandes bandas de rock –Bon Jovi, Europe, Def Leppard, Journey, Poison…-. Por entonces, en un local de Los Ángeles llamado The Bourbon, se conocen dos aspirantes a cantante que han viajado a Hollywood con la ilusión de hacer realidad sus sueños.  Pero las cosas se complican a raíz del último concierto de Arsenal y su líder Stacee Jaxx, la estrella más fulgurante del panorama musical que ha decidido emprender una carrera en solitario.

Viejas glorias del rock, jóvenes promesas, nostálgicos, ambiciosos hombres de negocios y amas de casa dispuestas a acabar con la decadencia moral del rock and roll se dan cita en esta trama.

photo_5485.jpegLos rockeros de 'La era del rock'

Un guión sin ritmo

En resumen, ‘La era del rock’ cuenta una historia de amor: la que viven los jóvenes soñadores Sherrie y Drew desde el momento en que se conocen a las puertas de ‘The Bourbon’. Pero su romance, además de estar aderezado con una buena cantidad de rock and roll, convive con otras historias menores (las protestas de las madres, el cierre del local, la decadencia de Stacee Jaxx…).

La coexistencia de numerosas líneas argumentales es, precisamente, uno de los lastres de la película. Con un amplio repertorio musical, apenas hay espacio en el argumento para desarrollar de manera adecuada todas las subtramas y mucho menos para hacer el salto de una a la otra lo suficientemente fluido como para no perder el ritmo. Así, cuando después de un largo retrato de Stacee Jaxx el espectador se reencuentre con las amas de casa en guerra, probablemente ya haya olvidado contra qué luchaban. Y cuando los caminos de Sherrie y Drew vuelvan a cruzarse, poco quedará de la chispa que la pareja desprendía al principio.

photo_3299.jpegSherrie y Drew, amor en tiempos de rock

Ausencia de ritmo es, en realidad, la primera idea que me vino a la cabeza al terminar de ver la película. Y eso que se trata de un musical. Pero es que las transiciones entre los distintos números se producen de manera atropellada, a lo que hay que añadir que numerosas secuencias se alargan más de la cuenta.

Para colmo, la historia carece de un villano claro (¿el agente Paul Gill o la conservadora Patricia Whitmore?) y la sobreactuación de Tom Cruise como Stacee Jaxx no sólo resulta un poco insoportable, sino que, además, consume más minutos de los necesarios.

En definitiva, el público de ‘La era del rock’ corre serio peligro de aburrirse salvo que, como en mi caso, adore la música que suena en la película. Porque sólo por escuchar el mágico ‘Dont stop believin’ de Journey merecen la pena las dos horas de metraje.

photo_2737.jpegCatherine Zeta-Jones y las amas de casa conservadoras

Un placer para los oídos

‘Rock of ages (La era del rock)’ arranca con el personaje de Sherrie cantando ‘Sister Christian’ a su llegada a Hollywood, mientras Drew y sus compañeros de trabajo en The Bourbon interpretan ‘Nothin’ but a good time’. A partir de ahí, el espectador asiste a un recital de grandes éxitos del rock y otras canciones menos conocidas que animan a bailar y cantar sin parar. Imposible mantenerse quietecito en la butaca cuando Tom Cruise se pone en la piel del cantante de Def Leppard con ‘Pour some sugar on me’ o cuando Catherine Zeta-Jones muestra la violencia de su personaje entonando el ‘Hit me with your best shot’.

E inevitable, también, que a uno se le erice la piel cuando suenan los primeros acordes deDon’t stop believin. Qué tendrá esta canción, compuesta por Journey en 1982, que es uno de los sencillos más vendidos de todos los tiempos y en 2008 se convirtió en la canción más descargada en  iTunes. Y qué tendrá que en más de una ocasión ha ambientado un clímax emocional en la pantalla: ‘Los Soprano’, ‘Glee’ y, ahora también, ‘La era del rock’.

photo_2491.jpegAlec Baldwin y Russell Brand, they love rock & roll

Excelentes voces

Tratándose de canciones de sobra conocidas, la elección de los intérpretes de las mismas se hace aún más complicada. En este sentido, el casting musical de ‘La era del rock’ es un acierto. Para empezar, los jóvenes Diego Boneta y Julianne Hough, que interpretan a la pareja protagonista, se manejan con soltura entre tanto éxito del rock. Por su parte, Catherine Zeta-Jones ya demostró en ‘Chicago’ (2002) que en el terreno del musical es grandiosa. Y el muy de moda Russell Brand es, en realidad, un cantante reconvertido en actor.

¿Y Tom Cruise? Para la gran estrella del cine ‘La era del rock’ es su primer musical, un trabajo para el que ha preparado su voz durante meses.  El resultado es, sencillamente, espectacular. Tanto que he de confesar que por un momento dudé de que el intérprete de ‘Wanted dead or alive’ fuera en realidad Cruise, sino el propio Jon Bon Jovi.  En realidad, en algunas ocasiones la voz del actor parece haber sido tratada de manera digital, pero, quién sabe, quizás son sólo imaginaciones mías.

photo_9365.jpegTom Cruise es también una súperestrella de la música

Sin embargo, aunque tanto la actuación musical de Tom Cruise como la de Catherine Zeta-Jones son magníficas, la interpretación de sus personajes deja mucho que desear. El primero resulta aburrido y exasperante. Además, su característica pose, destinada a disimular los estragos de la edad en su cuerpo, no ayuda a mejorar la impresión final. Ella sobreactúa, haciendo de su personaje una caricatura que, por si fuera poco, sobra en la trama.

En cuanto al resto, Russell Brand continúa en su línea de rockero chiflado y desaseado –las cosas como son-, mientras que Alec Baldwin apenas logra destacar y Paul Giamatti no sorprende. Es el joven actor mexicano Diego Boneta el único que transmite carisma y buenas sensaciones, por lo que es probable que oigamos hablar de él más a menudo.

Mientras tanto, a seguir escuchando más éxitos rockeros.