Hace unos 7 u 8 años estalló la moda de revisitar los clásicos de los años 80 y los cines asistieron al regreso de héroes como Rambo, Rocky, John McClane ('Jungla de cristal') o incluso Indiana Jones. Entonces también se rumoreó la vuelta a la gran pantalla de los cazafantasmas, aquel grupo de científicos que recorría la ciudad de Nueva York en busca de espectros a los que capturar. Pero el proyecto de resucitar la saga con una tercera entrega 20 años después ('Los cazafantasmas II' se estrenó en 1989) nunca terminó de materializarse y de la fecha de 2007 como el año de su estreno pasó a hablarse, según las últimas noticias, de 2015 como el año en que comenzará el rodaje (con lo que no la veríamos en cines hasta 2016).
Sin embargo, pese a la demora y las complicaciones que han surgido por el camino, 'Ghostbusters III' es un hecho, la menos sobre el papel, que cuenta con la producción de Ivan Reitman, director de las dos películas originales, y un guión ya escrito por Dan Aykroyd, también guionista (y protagonista) de 'Los cazafantasmas' (1984) y 'Los cazafantasmas II' (1989).
Pero aunque Hollywood insista en retomar la mítica saga de los 80, sobre todo cuando este 2014 se cumplen 30 años del estreno de la primera película, hay quien no está interesado. Yo misma, por ejemplo.
Los Cazafantasmas fue la comedia más taquillera en su día
Melancolía
'Los cazafantasmas' es una de mis comedias preferidas de siempre, título de aventuras que alquilaba en el videoclub de la esquina cuando era tradición ir al videoclub cada domingo por la tarde; historia que me hizo soñar y querer montar, por un breve espacio de tiempo, mi propia agencia de cazadores de espectros; y miembro indispensable del club de clásicos de la infancia al que pertenecen también 'Indiana Jones y el arca perdida', 'Los Goonies' o 'Regreso al futuro'.
En otras palabras, 'Los cazafantasmas' tiene un significado especial que no quiero ver arruinado con el previsible estrepitoso fracaso de 'Los cazafantasmas III', porque, echando la vista atrás, ¿cuándo la revisión de un clásico más de una década después ha convencido a la mayoría del público? Nunca, ¿verdad?
Mi oposición al tercer capítulo no sólo se basa en la melancolía, también en el buen gusto. Si ves 'Los cazafantasmas' o su secuela hoy, año 2014, comprobarás que esa mezcla de humor y terror chirría un poco, que el sistema que emplean los héroes para atrapar los espectros carece de explicación ni parece haber intención de dársela y que, de hecho, la segunda entrega se limita a repetir las tramas y los gags de su antecesora, por lo que es lógico pensar que una tercera seguiría el mismo camino. No obstante, el filme de Ivan Reitman no pierde su lugar de honor porque nos enamoró siendo muy jóvenes y, a pesar de todos sus defectos, sigue siendo una película divertida y entretenidísima a la que resulta casi imposible no engancharse.
Bill Murray, Dan Aykroyd y Harold Ramis son los tres cazafantasmas originales
Icónica
En el año de su estreno se convirtió en la comedia más taquillera de todos los tiempos y no es para menos. Tiene un guión ingenioso, personajes carismáticos, localizaciones que han adquirido la consideración de otro personaje más y un tono de serie B que le viene como anillo al dedo para que nos vayamos a la cama con una sonrisa en la boca y no pensando en los fantasmas que puedan aterrorizarnos de noche.
Pero, sobre todo, 'Los cazafantasmas' ha pasado a ser una enciclopedia fílmica de iconos del séptimo arte y la cultura pop. El famosísimo logo, el ectomóvil, el Hombre de Malvavisco o la pegadiza canción escrita e interpretada por Ray Parker Jr ('Who you're gonna call? Ghostbusters!') forman parte de nuestra memoria colectiva, rápidamente identificables y asociados a las muchas risas y amenas tardes de invierno que pasamos con los científicos buscadores de apariciones.
El logo de los cazafantasmas, símbolo indiscutible de la película.
Son iconos, también, los edificios de Nueva York donde transcurre parte de la acción, como la estación de bomberos que los cazafantasmas utilizan como sede (sita, para quien quiera visitarla, en el número 14 de North Moor Street) o el rascacielos que Gozer el Gozeriano emplea para venir al mundo y amenazar la supervivencia de la Tierra. Este último se conoce popularmente como el 'Ghostbusters biulding' (el edificio de 'Los cazafantasmas') mientras que el primero tiene en la acera junto a la entrada el dibujo del logo, rincón al que muchos fans acudieron en febrero para homenajear al actor y guionista Harold Ramis con motivo de su muerte.
En realidad, toda Nueva York es un elemento importantísimo de 'Los cazafantasmas' con numerosas localizaciones presentes en el filme: la biblioteca púbica, Rockefeller Centre, el Ayuntamiento... Y por eso no extraña que la película dé para pasar un día entero recorriendo la Gran Ciudad y visitando sus lugares de rodaje.
Sigourney Weaver y Rick Moranis, damiselas en apuros
Personajes y actores carismáticos
Por otra parte, la película cuenta con un grupo de actores que aportan gran carisma a sus personajes y que fueron lanzados al estrellato tras el éxito de la cinta. Bill Murray, impecablemente divertido como el doctor Peter Venkman; Dan Aykroyd, adorable en la piel de Ray Stantz (Venkman no puede ser más certero cuando dice en un momento de la película que Ray es el alma de los cazafantasmas); Sigourney Weaver, magnética y divertida como Dana Barrett; Harold Ramis, misterioso y riguroso interpretando a Egon Spengler; Rick Moranis, inolvidable torpe y cómico Louis; y Ernie Hudson, que transmite tanta amabilidad como el miembro de la banda al que interpreta.
Habrán pasado ya 30 años de su hazaña en lo alto del número 55 de Central Park West, pero algunos de esos actores aún son recordados sobre todo por su labor en la comedia de Ivan Reitman.
Los cazafantasmas entran en acción
Por eso, y porque de vez en cuando apetece recuperar la vieja cinta VHS para volver a ver 'Los cazafantasmas', no me gustaría darme cuenta de que lo que funcionó en el pasado y sorprendió a muchos por su ingenio, fracasa en el presente sin un ápice de originalidad y con el único propósito de hacer caja.
Celebremos, por tanto, el trigésimo aniversario de 'Los cazafantasmas' reencontrándonos con ellos únicamente como los recordamos, como los héroes que nos hicieron reír en 1984.