¿Qué tendrán las historias de Jane Austen que atrapan tan fácilmente? ¿Serán sus fuertes personajes femeninos, sus misteriosos galanes o esas localizaciones de ensueño donde suceden las tramas? Quizás la culpa es de las interacciones tan educadas entre los enamorados, ya se den en coreografiados bailes de salón, en lujosas cenas o en un agradable paseo por la campiña inglesa. Cuando se hablan como se hablaban a principios del siglo XIX, con palabras amables y emociones contenidas, transmiten una determinación y una intensidad de sentimientos que los 'te quiero' o 'me gustas' del siglo XXI no tienen.
O puede que la fascinación que producen las novelas de Austen radique en el sueño de encontrar a la pareja perfecta y vivir un romance idealizado donde el único escollo (salvable) es un prejuicio o una mala información. De cualquier modo, lo que está claro es que la imaginación de Jane Austen conquista el corazón y resulta deliciosamente entretenida. De ahí que las adaptaciones al cine de sus novelas sean continuas.
La moda por reproducir en la pantalla grande los enredos amorosos en la Inglaterra rural de principios del siglo XIX arrancó en 1995 con la adaptación cinematográfica de, precisamente, la primera publicación de Jane Austen, 'Sentido y sensibilidad'. A partir de ese momento no hay año en que los personajes de la novelista falten en la cartelera, bien en recreaciones fieles de los libros -'Emma' (1996), 'Orgullo y prejuicio' (2005)- o en versiones libres y modernas -'Bodas y prejuicios' (2004), 'Conociendo a Jane Austen' (2007)-.
Jane Austen parecía pensar que nada mejor para enamorarse que un picnic en el jardín de la mansión de un vecino
Una historia clásica con tintes modernos
'Sentido y sensibilidad' marcó, pues, el inicio de lo que podríamos considerar casi un género propio del cine romántico. Y lo hizo con una preciosista puesta en escena por parte del director taiwanés Ang Lee en su debut en Hollywood (el actual ganador de dos premios Oscar ya apuntaba maneras), un brillante guión escrito por la actriz Emma Thompson y una factura técnica impecable, además de interpretaciones memorables.
En otras palabras, 'Sentido y sensibilidad' recuperó una trama del siglo XIX con la calidad propia del cine histórico, lo que le reportó, como era inevitable, numerosas nominaciones a los premios más importantes de la temporada. Pero de alguna manera consiguió despedir un aire de modernidad que es el responsable último de que la historia de las hermanas Dashwood resulte fresca y cautivadora incluso en estos tiempos en los que muchas parejas inician su relación a través de un teléfono móvil. Ese aire de modernidad también convierte a 'Sentido y sensibilidad' en un filme que deja más o menos huella.
Alan Rickman es por una vez el valiente caballero y, Kate Winslet, la doncella herida
El título de la película se refiere a las diferentes personalidades de las heroínas de la historia, las hermanas Dashwood. Elinor, la mayor, a quien da vida Emma Thompson, representa la razón y la calma. Mientras que Marianne, interpretada por Kate Winslet, es la pasión y el ímpetu. La oposición de caracteres se refleja en la manera en que cada una lidia con sus intereses amorosos, los señores Ferrars (Hugh Grant), Willoughby (Greg Wise) y el coronel Brandon (Alan Rickman).
Una serie de encuentros, desencuentros, revelaciones, engaños, cenas, bailes y meriendas al aire libre (como no podían faltar en un relato de Jane Austen) van dando forma a la historia.
Marianne y Elinor Dashwood, como el agua y el vino
Atención a los detalles
No recuerdo dónde pero en algún sitio leí que 'Sentido y sensibilidad', publicada en 1811, es probablemente la novela más floja de Jane Austen. Pero que las libertades que Emma Thompson se toma en la redacción del guión hacen que esa debilidad desaparezca. Desde el punto de vista de una espectadora que no ha leído la obra original y que por tanto desconoce qué se ha añadido y qué se ha eliminado, he de decir que el guión de la película me parece, en efecto, una maravilla teniendo en cuenta que el argumento es un galimatías de personajes y situaciones. Opinión que también comparte la Academia de Hollywood que decidió premiarlo con un Oscar (y la HFO le dio el Globo de Oro lo que nos permitió escuchar este original discurso).
Las novelas de Jane Austen siguen vigentes hoy en día en parte por la ironía que encierran las convenciones sociales que tan pronto unen como separan a las parejas. Una ironía que Emma Thompson subraya en los diálogos y que contribuye a que podamos calificar 'Sentido y sensibilidad' de filme moderno. Porque la película no sólo habla de cortejos y argucias casamenteras; también expone los prejuicios de la época, el desamparo al que se veían abocadas las mujeres que dependían de sí mismas y la ineficacia de las rigurosas normas sociales.
Pero lo que hace un libreto brillante son los pequeños detalles. Ese ramo de flores que Marianne se apresura a colocar más cerca de ella, cómo murmura el nombre de su amado bajo la lluvia, el incómodo silencio que provoca la visita inesperada de Edward en Londres... detalles que prueban el mimo con el que se ha dado forma a la historia.
Enfermar para recibir la visita del pretendiente de turno es otro de los trucos del romance concebido por Austen
El talento de Kate Winslet
La energía, comicidad y complicidad que el guión aporta a la historia de las hermanas Dashwood es innegable, como también lo es la consistencia del otro pilar que sostiene la película: Kate Winslet. La que hoy muchos consideramos una de las mejores actrices vivas se dio a conocer con Marianne Dashwood, papel que le supuso la primera de sus seis candidaturas al Oscar. Entonces sólo tenía 19 años pero fuerza ya le sobraba.
En el apartado de crónica rosa, cuentan los chismes que Kate Winslet salió durante un tiempo con Greg Wise (Willoughby) pero fue Emma Thompson quien acabó casándose con élWinslet se come al resto del reparto cada vez que aparece en pantalla, incluida a la mismísima Emma Thompson y eso que es una grande entre las grandes. Desde su nada disimulada exaltación al conocer a Mr. Willougbhy en la primera mitad del filme hasta la angustia que vive en el tramo final, Kate Winslet irradia naturalidad, complejidad y exhibe con claridad la transformación que vive su personaje. Dudo que entre las varias adaptaciones que existen de esta obra encontremos una Marianne más acertada.
Los elogios al reparto de 'Sentido y sensibilidad' tampoco pueden olvidarse de Emma Thompson, tan cercana como siempre; de Alan Rickman en un personaje mucho más amable a lo que nos acostumbra; o de Hugh Grant, tierno, complicado y adorable.
Hugh Grant y Emma Thompson forman una extraña pareja
En resumen
Llegados a este punto, el espectador que huye de clichés románticos y melodramas históricos tiene razones de sobra para que la primera gran adaptación de una novela de Jane Austen merezca su tiempo. Pero por si acaso, insisto: Ang Lee construye una bella película plagada de detalles donde prima la sugestión, con escenas memorables y Kate Winslet en el primer gran papel de su carrera. ¿Hace falta más? ¡Ah, sí! La música de Patrick Doyle.