Para Kevin Lomax (Keanu Reeves), un joven y prometedor abogado, ganar lo es todo.
Tal es su obsesión que deja de lado toda moral cuando gana el juicio por la defensa de un profesor de matemáticas de instituto acusado de acosar sexualmente a una de sus alumnas. Gracias al empleo de duras tácticas y mediante la presión de la principal testigo en el estrado, llega a plantear la duda razonable de que su cliente es inocente, pese a que el propio Kevin observa el sadismo en el rostro de del profesor mientras la victima relata los hechos.
Esta victoria se suma a su larga lista, sin haber perdido jamás un solo juicio, lo cual hace que un importante bufete de abogados de Nueva York le ofrezcan un prestigioso puesto dentro de su empresa.