Review: Magnolia (1999)

Review: Magnolia (1999)

Escrito por oscarballo

Vamos a sentarnos y a hablar de la vida de 9 personas en un día.

De amar y de odiar. Parecer culpables. Sentirnos culpables. Ser culpables. De cómo pedir perdón de la forma más extraña. De cómo no perdonar. De sentirnos impotentes con la vida que nos ha tocado y lo que nos gustaría hacer para cambiarla. Y que nos veamos capaces… o no.

Hablar de las cosas que se dicen. De las que no y el daño del silencio. De las que por no haberlas dicho, se tiene la sensación de haber dejado escapar una oportunidad bien de ser valiente, bien de seguir siendo cobarde. O seguir siendo uno mismo y creer que nada cambiará.

photo_3078.jpegFrank vuelve a casa para hacerle algunas preguntas a Earl.

Vamos a hablar de cómo todo se puede ir a la mierda en un segundo crucial. Un segundo que puede tambalear nuestra rutina y que puede convertirse en algo parecido a un concurso de acumulación de errores que se van sucediendo día tras día, hora tras hora. A lo largo de nuestra vida.

Bienvenidos de nuevo a….¡¡LOS ERRORES DE TU VIDA!! El único concurso donde premiamos tus meteduras de pata desde un momento determinado. Recordamos que nuestro premio consiste en… ¡¡UN ESPEJO DE 3 AUMENTOS!!

… donde poder mirar las miserias que te han ido acompañando desde que la cagaste en aquel-segundo-crucial.

Y esto es, por encima, lo que se atreve a contarnos Paul Thomas Anderson en "Magnolia" (id. 1999).

Y a quien le parezca que lleva pocos ingredientes semejante plato, os diré que entre medias se le ocurre meternos uno más: el azar…

Ingrediente prohibido de cualquier plato cinematográfico que impide que nos lo traguemos.

Pero Paul Thomas Anderson no nos engaña y lo usa a su favor. Nos advierte en los 6 primeros minutos, en los que de forma magistral nos cuenta 3 historias basadas en las casualidades. Y es capaz de dejarnos sentados delante de la pantalla durante más de 3 horas con una intensidad creciente a lo largo de todo el metraje.

Tras este breve aviso de cómo va a suceder todo, Paul Thomas Anderson nos reclina en el sillón para que sigamos disfrutando y nos presenta, uno a uno, a los 9 personajes que vamos a conocer con unas breves pinceladas, encadenándolo todo con sutileza a golpe de "One", con la voz de Aimee Mann explicando la soledad de las personas. Porque si de algo va "Magnolia", además de todo lo anteriormente expuesto, es de la soledad.

Y ahora sí. Ahora el director abre 9 cubos de basura y los vuelca delante de nosotros, y de esta forma nos enseña que todos, en mayor o menor medida, llenamos el nuestro al final del día. Y lo mejor de todo es que no trata de quedar por encima de nadie moralmente. Simplemente nos enseña que nosotros somos iguales.

Considero que Paul Thomas Anderson dirige de forma magistral a todos los actores de ese excepcional reparto del que fue capaz de hacerse. Ni que decir tiene que Tom Cruise está hecho una auténtica bestia, con una profundidad y unos matices que sólo se me ocurren a unos pocos actores (2) en este mismo papel, lo que le valió para ganar el Oso de Oro como secundario. Una mezcla de predicador-sexual-macho-alfa y un presentador de teletienda.

A Julianne Moore, (que las malas lenguas dicen que aceptó el desafío para ver si era capaz de estar histérica más de media película), te entran ganas de darle un par de hostias en medio del metraje a ver si se tranquiliza. En mi caso es más por una cuestión de amor-odio hacia esta chica. Con lo que, pensándolo bien, no me siento tan culpable en este caso, porque Paul Thomas Anderson y Moore me lo ponen en a huevo...

photo_8296.jpegLinda y Earl saben que ya se dicho todo con silencio, ahora es tiempo de perdón.

Philip Seymour Hoffman, Jason Robards, Philip Baker Hall, Melora Walters (impresionante)... Y así, todos los protagonistas de la impresionante tercera obra de este director, están increíbles.

Pasada la mitad de la película, llega un momento en que Paul Thomas Anderson flojea un poco y nos da un descanso de trapos sucios en el que la intensidad baja un poco. Pero en este punto, el director se saca de la manga un detalle que deja al espectador noqueado. No contento con lo que lleva mostrado, no contento con rizar el rizo de las casualidades y de las conexiones que se establecen, llega uno de los momentos que a mí más me conmueve. Y algo que en cualquier película podría considerarse ridículo, Anderson hace que se te revuelvan las madres y nos lleva a un punto de inflexión en cada personaje. El momento en que cada uno, dentro de su soledad, tiene la oportunidad de volver a recuperar algo de su vida.

photo_6621.jpegStanley, un niño con muchas respuestas y casi ninguna pregunta... por ahora.

Entérate

Y si más arriba explicaba cómo todo se puede ir a la mierda en un segundo crucial, aquí aparece otro segundo que a todos se nos ha planteado alguna vez en la vida: cuando, por fin, cada uno ha conseguido mirarse al espejo y ver que es necesario un cambio. Hacia adelante o hacia atrás, da igual. Despedir definitivamente quién fue ese personaje adoptado una vez o volver a recuperar algo, de lo que algún día fue, antes de que todo se jodiera.

¿Y cómo? Pues confiando de nuevo en Aimee Mann y su tema “Wise up”. Entra la música en una composición en la que vemos en un primer plano cómo P. S. Hoffman se desvanece. Y de ahí nos vamos a la soledad de cada personaje en su cueva, cansados de tanto tiempo aguantando una fachada. Y los pone a cantar. Los conecta con una canción. Y es que, ¿quién no se ha lamido sus propias heridas a través de una melodía, en un momento de intimidad en el que tomas tierra y compruebas los cimientos de tu vida?

Paul Thomas Anderson nos vuelve a abofetear con un montaje pausado, tranquilo, con unos travellings sencillos, al ritmo de un tema que de por sí es hermoso... con tendencias suicidas, sí, lo sé. Pero no podemos pasar por alto la literatura de la pieza. Y si eso te pilla en un día normal de camino al trabajo, fijo que acabas en el cementerio, preguntándote cómo has llegado... a menos que seas de esas personas que te gusta flagelarte. Musicalmente hablando (se entiende).

Sin embargo, el director se puede permitir esta licencia porque, ya nos ha cargado de suficiente intensidad emotiva como para hacer lo que le dé la gana en ese momento. Como si quiere sacarnos al pato Donald vestido de látex. Como si quiere hacernos creer, un poco más tarde, que pueda haber una lluvia salvaje de ranas... Ya somos suyos... y de Aimee Mann.

¿Ya?

Pues no.

Sálvame

Todavía queda lo mejor. Nos queda ver si todos los personajes a los que hemos visto arrastrar sus miserias a lo largo de toda la película, se han enterado de lo que la buena de Aimee les quiere decir.

En este último tramo veremos a todos estallar. Para bien o para mal. Tenga las consecuencias que tenga. Y sobre todo, veremos el abismo de Frank T.J. Mackey (Tom Cruise), reventando como una bomba de racimo delante de nosotros. Con él odiamos, lloramos de rabia, nos contenemos y volvemos a la carga para, finalmente, abrir la puerta que en su día él mismo cerró convirtiéndole en el personaje televisivo del que se alimenta. Con Cruise también sentimos el sosiego de una tempestad y el cansancio que provoca un estado así.

Y finalmente, el perdón. Paul Thomas Anderson nos dice que no seamos tan duros. Que todos la cagamos en algún punto, pero que puede que podamos cambiar algo perdonándonos a nosotros mismos. Que nos podemos salvar. Que alguien te puede salvar.

Y nos encontramos a Claudia (Melora Walters) sentada en la cama, sumida en sus pensamientos. Sola. Y de fondo nos vuelve a acompañar Aimee con su tema "Save me" con volumen elevado. De repente su mirada se levanta y se dirige a alguien que está fuera de plano que comienza a hablar mientras se acerca para sentarse a su lado en la cama. Pero este director, en lugar de bajar el volumen (no, no, el sonido de la película en ese momento no falla), lo mantiene y de esta forma hace que apenas nos enteremos qué le están diciendo a Claudia. Demostrando respeto hacia sus personajes y dándoles, ahora sí, un mínimo de intimidad.

Mientras Claudia nos regala un pedazo de esperanza...y de qué manera.

photo_7048.pngClaudia encuentra el último sitio donde agarrase para salir de la trampa en la que estaba.

Conclusiones

Paul Thomas Anderson hila muy fino. Teje con mucho cuidado todos los elementos de la película. Se percibe que "Magnolia" fue pensada, rodada y montada minuciosamente. Con mucho cariño. Y resulta curioso que, una película que haga uso de las casualidades, no deje nada al azar.

El director controla absolutamente todo (os recomiendo que echéis un ojo al guión... pedazo de puzzle), desde el trabajo de los actores, pasando por la música, hasta los detalles más mínimos. No quiero ni imaginar cómo tuvo que ser el montaje de este tapiz.

Curiosidades

Paul Thomas Anderson cuando fue preguntado por esta obra, dijo: "Considero 'Magnolia' un gran accidente. Es, para bien o para mal, la mejor película que jamás haya hecho"

Las diferentes secciones en que se divide la película, vienen introducidas por partes meteorológicos que vienen a indicar el dramatismo de las mismas. Otro guiño de Paul Thomas Anderson al azar.

Si no la habéis visto, contad. Si la habéis visto y volvéis a verla, contad. Paul Thomas Anderson juega con el 8 y con el 2 a lo largo de toda la película en diferentes formatos... sobre todo en el prólogo, el número del hidroavión, el piloto de ese hidroavión en una mesa de casino pidiendo un 2 al croupier-submarinista y este le da un 8, dibujado con cables en una azotea donde hay un suicida a punto de saltar, 8:20pm... ¿Y esto qué es? Hay quien dirá que sí, hay quien dirá que no. Pero yo lo pongo aquí. Éxodo 8.2: "Y si no lo quisieres dejar ir, he aquí yo castigaré con ranas todos tus territorios". Tampoco olvidemos cuál es uno de los hilos conductores de "Magnolia"...

Alfonso Fons

El crítico taimado ha borrado mi comentario para librarse de hacer la crítica de "¿Matar a mi mujer Era una broma" que le propuse. No sabe con quién se juega los cuartos.

Insisto, gran crítica de Magnolia, pero, insisto, PT no juzga. Von Trier sí. Insisto.

Gracias por tu insistencia. Recojo la insistencia de la crítica, la de P.T. Anderson y la de Von Trier... pero la insistencia de "¿Matar a mi mujer ..." la voy a dejar para otro momento. Sobre lo de borrar el comentario ha sido una apuesta que teníamos pendiente el sistema y yo. Adivina quién ha ganado.

#2 Todavía no he visto la película, la tengo en mi 'watchlist' pero por lo que he visto y oído por ahí da la impresión de que <a href='http://spoiler.colorvamp.com/actors/4/tom_cruise/'>Tom Cruise</a> hace un verdadero papelón. No lo tengo por un actor excepcionalmente brillante, pero el otro día lo vi haciendo de Les Grossman en Tropic Thunder y también me sorprendió bastante.

Deberías darle una oportunidad al bueno de Tom. En más de una ocasión ha demostrado ser más que una cara bonita o el histérico de las entrevistas de tv.