Ahora que ya conocemos las reglas de los viajes en el tiempo, que básicamente se resumen en que cualquier cambio que hagas en tu pasado influirá en tu presente y/o futuro, podemos ir más allá y explorar las posibilidades argumentales que en el cine tienen los desplazamientos en la línea temporal. Porque no todo se resume en ir hacia atrás para hacer el mundo de hoy un poquito mejor.
6. La espiral: ‘Atrapado en el tiempo’
Bill Murray, en directo y diferido al mismo tiempo
¿Es la trama de ‘Atrapado en el tiempo’ (Harold Ramis, 1993) un viaje temporal o deberíamos describirla como un cortocircuito en la línea tiempo que provoca que Phil (Bill Murray) viva una y otra vez el mismo día Hasta 34 años, según algunos, pasa Phil atrapado en el 2 de febrero, aunque en realidad la película sólo muestra 38 jornadas de ese periodo. El porqué de tan extraña experiencia se desconoce, pero el resultado está ahí: reviviendo una y otra vez el Día de la Marmota, Phil acaba convirtiéndose en una persona bien distinta de la que era al principio.
Así pues, los viajes en el tiempo sirven en la película escrita y dirigida por Harold Ramis para que el protagonista aprenda un par de valiosas lecciones sobre la vida, la amistad, el amor y uno mismo. Humor, romance, optimismo y una pizca de humor negro aderezan la que está considerada una de las mejores comedias de la historia del cine.
7. El nostálgico: ‘Midnight in Paris’
Marion Cotillard y Owen Wilson, un romance imposible en la línea tiempo
¿Por qué siempre deseamos lo que no tenemos ¿Por qué tendemos a pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor Son algunas de las preguntas que Woody Allen plantea en ‘Midnight in Paris’, comedia con la que ganó el Óscar al mejor guión en 2012 y que ya es uno de sus trabajos más laureados. En el filme, el álter ego de Allen es Gil, a quien da vida Owen Wilson, un soñador que encuentra en las noches parisinas una puerta a los bohemios años 20, donde coincide con Picasso, Dalí, Scott Fitzgerald… Para Gil aquellos años fueron los mejores y, por eso, se debatirá entre la idea de permanecer en ellos o regresar para siempre a su presente.
‘Midnight in Paris’ utiliza los viajes en el tiempo como una fuente de nostalgia, que presenta de una manera sutil y elegante que sorprende gratamente al espectador. Aquí no hay máquinas del tiempo, ni conflictos pasados ni drásticos efectos en el presente, sólo una bonita colección de recuerdos que el intrépido Gil se lleva consigo.
8. El recurso para empezar de nuevo: ‘Star Trek’
El nuevo presente de 'Star Trek'
La versión del universo Star Trek que en 2009 dirigió J. J. Abrams, y que estos días tiene su secuela en cartelera, no sólo resucitó con éxito una saga que parecía destinada al cajón de la serie B sino que además cautivó numerosos y nuevos seguidores del fenómeno. Como hace tiempo comenté en la crítica que escribí de la película, es una entretenidísima y divertida aventura para todos los públicos. Pero también presenta un ingenioso método de reiniciar la saga con nuevas historias sin molestar a los trekkies más ortodoxos. Se trata de un viaje en el tiempo.
La trama de ‘Star Trek’ arranca cuando el capitán Kirk está a punto de nacer. Ese día, una nave sin identificar surge de la nada en el espacio y ataca al navío que lidera su padre, quien acaba dando su vida para salvar a su familia y su tripulación. Ese ataque supone el inicio de una realidad alternativa, ya que la nave villana procede del futuro y con su intervención en el presente ha alterado para siempre el curso de los acontecimientos.
Es decir, con la propuesta de Abrams el universo anterior de Star Trek sigue existiendo, ya que el nuevo sucede en un mundo paralelo.
9. El romántico: ‘Kate & Leopold’
Meg Ryan y Hugh Jackman, otro romance imposible
Las comedias románticas se ven obligadas a hacer grandes esfuerzos para no repetir la misma historia. Al fin y al cabo, se trata del género cinematográfico más estereotipado que existe. Así, la clave reside en narrar la historia de amor imposible más original que encuentre la imaginación. El romance que en ‘Kate & Leopold’ (James Mangold, 2001) viven una ejecutiva del siglo XXI y un caballero del XIX encaja en esa descripción.
La película de James Mangold utiliza el extraño viaje en el tiempo de Leopold (Hugh Jackman) para hablarnos de romanticismo y eso que las tramas pastelosas llaman ‘amor verdadero’. Lo que menos importa es cómo diablos se han trasladado el héroe al Nueva York del siglo XXI. Al fin y al cabo, si en lugar de un duque decimonónico Leopold hubiera sido simplemente un hombre muy caballeroso, la historia hubiera funcionado de manera similar, aunque (y sí, lo que voy a escribir es lo que pretendo decir) hubiera sido menos creíble.
10. El innecesario: ‘Men in Black III’
Josh Brolin, pasado, y Will Smith, presente
Innecesario porque después de una divertida ‘Men in Black’ pero una decepcionante secuela, a pocos le interesaban ya los hombres de negro. Por mucho carisma que tenga Will Smith, que parece haber hecho un pacto con el diablo al presentar el mismo aspecto que 20 años atrás, y por muy de moda que esté Josh Brolin, quien encarna versión joven de Tommy Lee Jones.
Sin embargo, ahí está, con viaje temporal incluido por si los alienígenas extravagantes no fueran suficientes para atraer espectadores a las salas.En esta ocasión, ‘Men in Black III’ (Barry Sonnenfeld, 2012) repite la regla básica que ya he mencionado: si alteras el pasado, alterarás el presente. Esa es, de hecho, la misión del pasajero, J: modificar eventos ya ocurridos para que K continúe con vida en el momento actual. El resultado: soporífero.