Desafío total (1990) y basta de remakes

Desafío total (1990) y basta de remakes

Escrito por alejandro

Una simple búsqueda en internet nos lleva a una definición de remake muy inquietante: “nueva versión de una obra”. Una definición con dos partes, que no siempre se respetan del mismo modo. Por un lado tenemos lo de nueva versión, con nuevas posibilidades técnicas y nuevos objetivos (empresariales, se entiende) y por otro está lo de una obra, traducido es que no se trata solo de conservar ese nombre conocido para el efecto llamada y después el resto da un poco igual.

Los recientes remakes de “Robocop” (José Padilha, 2014), “Total Recall” (Len Wiseman, 2012) o la saga, por llamarle algo de Sherlock Holmes de Guy Ritchie (con paradas en 2009 y 2012) llevan hasta las últimas consecuencias esa primera vertiente de la que hablábamos y pervierten la segunda, porque nos quedamos en el nombre, en apoyarse en películas o personajes de sobra conocidos para conseguir llenar las salas y hacer rentables inversiones. 

c0c56417a6fe002cca17d24ca582fff0El proyecto del héroe debe ser lo suficientemente ambicioso: salvar un planeta

Yo, como humano algo nostálgico, me rebelo y me quedo con los originales de todas esas historias, no en vano el detective de Sir Arthur Conan Doyle es uno de los responsables de mi afición desmedida a la lectura y las dos películas de acción de Paul Verhoeven son dos auténticos clásicos del cine de acción, con el necesario equilibrio entre violencia, historia y ciencia ficción. Por eso, en lugar de visitar alguna de estas “nuevas” películas, vamos a revisitar una de las originales.

Desafío total (Total recall, Paul Verhoeven, 1990)

Veintitrés años después de su estreno se puede decir que el futuro propuesto por “Desafío total” no iba muy desencaminado. Porque, como el taxista Benny (Mel Johnson Jr.) explicaba a Douglas Quaid (Arnold Schwarzenegger) a su llegada a Marte, “la gente quiere lo de siempre: más libertad, más dinero y más aire”.

Un planeta sometido al yugo de una especie de dictador, Vilos Cohaagen (Ronny Cox), consentido por la Tierra mientras siguiera suministrando turbinio. Los rebeldes, mientras tanto, confiaban en que un derrocamiento de ese régimen supusiera el fin de todos sus problemas y el teórico happy end así lo plantea al estilo de los cuentos de hadas. Nunca sabremos la respuesta a qué pasa después de que el héroe derrote a los malos, salve al planeta y se lleve a la chica.

02235f86f3a2b220c6497d566c32aeabKuato es ya un todo un icono del cine, aunque sea feo a rabiar.

Esa combinación entre la trama más clásica del héroe de acción y pinceladas de realismo social futurista, aderezado con mucha violencia y muchísima sangre, es el punto fuerte de “Desafío total”. Una mezcla que la coloca muy por encima de otros títulos de su mismo estilo (acción pura y dura) y época como Rambo III (Peter McDonald, 1988) de Sylvester Stallone o “Comando” (Commando, Mark L.Lester, 1985) del propio Schwarzenegger. Una película que demuestra hasta qué punto el actor de origen austríaco había trazado un plan con su vida.

El proyecto de Arnold

Arnold Schwarzenegger se planteó convertirse en la materialización del sueño americano y “Desafío total” fue un movimiento maestro. Llegó a USA como culturista, primer paso para convertirse en estrella hollywoodiense. A partir de ahí, su participación en Conan, la primera parte de Terminator (después llegarían la segunda y la tercera parte) o la propia Commando. Películas donde sus escasas habilidades interpretativas quedaban en un segundo plano, frente a su poderoso físico, que le permitieron consolidarse como una de las caras más visibles del género.

941af8ade4475894e7c184345eb86a78A falta de talento interpretativo, Schwarzenegger se atreve con lo que le echen.

Tocaba un paso más y en esas le llegó “Desafío total”, un proyecto que había pasado por las manos de directores como David Cronenberg y para el que sonaba Richard Dreyfuss como protagonista. Es indudable que nunca sabremos lo que podrían haber hecho, pero sí podemos disfrutar de lo que Schwarzenegger, en cuanto se implicó en el proyecto, consiguió. Primero convencer a Paul Verhoeven de que se pusiera a los mandos y después, junto a él, participara en la reescritura del guión. Según el director holandés, desde su concepción inicial en 1979, sufrió hasta 25 variaciones parciales o totales antes de tener lo que Verhoeven necesitaba para dar su visión de ese futuro sucio, alejado de la fantasía pura de Star Wars o Star Trek y, sobre todo, peligrosamente cercano en lo que a actitudes humanas se refiere.

Las ideas de Paul Verhoeven

Verhoeven no es un autor cinematográfico al uso. Simplemente es un director europeo que marchó a Estados Unidos, no en busca de esa vida idealizada de su actor protagonista, sino a poder realizar los proyectos que en Holanda no podía realizar, por cuestiones presupuestarios o lo que fuera. Y, a decir verdad, en la década de los 90, firmó películas sólidas, en las que se combinó la violencia, el sexo y la más cruda humanidad con las superproducciones (de éxito variable y discutible a nivel de público y recaudación), ya fuera en forma de películas de acción, de ciencia ficción o de thriller.

Su habilidad principal fue esa combinación, donde personajes insatisfechos con su destino, con una ambición muy grande, buscan esa tierra prometida, ese sueño tan largamente defendido por el cine mainstream, de llegar a ser alguien, reconocido por los demás. Un modo de proyectar nuestro éxito a partir de la mirada que otros tienen de nosotros. Todo ello en películas con tramas no demasiado complejas, como podría ser la propia “Desafío total”, del mismo modo que “Showgirls” (1995) o “Starship Troopers” (1997).

236ddc66726423bdb2d0c03b5ef87d0fAlgo de espacio queda para el lucimiento del resto de protagonistas.

Para concluir, no debemos olvidar, y Verhoeven no lo hace, que estamos ante un film totalmente comercial, de acción, eso que, cuando yo era pequeño, se llamaba americanada o fantasmada, pensado y ejecutado para entretener los minutos que dure. Algo que “Desafío total” (Total recall, Paul Verhoeven, 1990) logra a partir de la lógica; se le proporciona al público una bien planificada y sólida escena de acción cada, aproximadamente, diez minutos, con la intención de no atosigar al espectador y sí de dosificar esos picos para que resulte efectiva.

847357ae97cd36a6a81cccb60e0cdb8fEl susto que se llevó Schwarzenegger

Por el medio, un poco de humor y hasta un detalle no muy habitual en películas de este género, Melina (Rachel Ticotin) tiene que salvar dos veces la vida a su teóricamente invencible compañero: una cuando su falsa mujer, Lori (Sharon Stone) lo había capturado y otra, al final, cuando el happy end se veía amenazado. No deja de ser una compañera secundaria entregada al ser amado, pero también se agradece que le den la oportunidad de luchar y no quedar como florero decorativo.