La verdad es que no hay demasiado que contar de una película que trata de alguien encerrado en una caja.
Bueno quizá es lo que pude pensar cuando empecé a verla, es lo que pasa por la cabeza de muchos espectadores. Sin embargo, poco a poco quedas enganchando, te vas adaptando al planteamiento y finalmente acabas sumergiéndote en la desesperación de Paul Conroy (Ryan Reynolds), un transportista norteamericano destinado en Irak que forma parte de un convoy de suministros. En algún punto del trayecto caen una emboscada y finalmente Paul despierta dentro de una caja de madera enterrada en un lugar desconocido.
La guerra de Irak
Durante el desarrollo de la historia se toca magistralmente y de forma paralela el delicado tema de la guerra de Irak. Muchas empresas han tomado partido en la reconstrucción de un país desolado por el conflicto, la mayoría de esas corporaciones vieron el negocio más que la necesidad y no tuvieron ningún reparo en iniciar sus actividades en esa nueva tierra, que había sido bendecida con unos recursos naturales bastante valiosos. Para tomar estos bienes emplean como mano de obra a civiles norteamericanos que poco tienen que ver con la disputa por el territorio, todos sabemos que los directivos de esas grandes corporaciones jamás pisarán un palmo de ese terreno tan peligroso, ese trabajo como siempre se reserva para las personas menos pudientes de las sociedades materialistas. Nadie que pudiera evitarlo expondría su vida de esta manera, a no ser, claro, que el alimento de tu familia dependiera de ello.
Desde el otro lado del espejo tenemos a la sociedad Iraquí, miles de personas que han visto sus hogares arrasados por una fuerza invasora que expolia los recursos de su tierra. No tienen trabajo, sus oficinas y comercios fueron pasto de las bombas. Sienten el dolor que los extranjeros provocan en su pueblo y en muchas ocasiones entierran a sus hijos por el camino. Lamentablemente esta realidad forma parte de ese mundo civilizado en el que vivimos.
- Las personas que me han metido aquí, ¿quienes son?- Solo eso .... personas, gente igual que tú y que yo.- Yo no soy un terrorista.- Tampoco ellos.- ¿Cómo lo sabes?.- Si no tuvieras un techo ni nada que llevarte a la boca, o mejor, si tu familia no tuviera un techo ni nada que llevarse a la boca, ¿de qué serías capaz? ....
La película
No quiero entrar en el spoiler al hablar de esta película porque no hay escenas destacadas, no hay situaciones controvertidas, no hay nada de lo que pudiéramos encontrar en una película tradicional. Excepto, claro, una buena historia, con un ritmo bastante bueno y con un final excepcional. Os prometo que merece la pena quedarse hasta el último minuto, y también os prometo que no os será fácil olvidar esas últimas secuencias. No podría explicaros de forma simple las sensaciones que padeceréis durante ese pequeño tramo, debéis verla.
Recordad el nombre de Mark White, no lo olvidaréis fácilmente