En estos días preveraniegos, uno de los títulos más destacados de la taquilla es, por varios motivos, “Mad Max: Furia en la carretera” (Mad Max: Fury Road, George Miller, 2015), la cinta del director australiano, una revisión del clásico de 1970, protagonizado por Mel Gibson, en el que se recupera la acción apocalíptica al volante, con Charlize Theron dándole una nueva perspectiva a la imagen del héroe de las batallas por un bidón de gasolina. Esta es la última muestra de la moda por recuperar los 80, una tendencia presente en las pasarelas y en las calles (aunque, por suerte, sin traer las hombreras en todo su pasado esplendor), que ya nos ha servido para algún texto aquí en Spoilercat.
La más dura al volante desde Mel Gibson
Sin embargo, nuestro objetivo hoy no es comparar, no jugar a las diferencias entre “Jurassic Park” (id, Steven Spielberg, 1993) y “Jurassic World” (id, Colin Trevorrow, 2015) o entre “The Terminator” (id, James Cameron, 1984) y “Terminator: Genesis” (Terminator: Genisys, Alan Taylor, 2015), sino la de convertirnos en apóstoles de esta moda. La intención no es sacarle defectos (que los tienen), sino proponer una serie de títulos a los que, sin duda, se les podía dar una vuelta de tuerca tirando de presupuesto y haciendo alarde de la evolución de la tecnología, sobre todo en lo que a efectos especiales se refiere, dejando de lado cualquier escrúpulo con respecto a los clásicos.
Tres títulos que no deberían quedarse fuera
Entre la larga lista de propuestas posibles, preferimos optar por aquellas que, por su temática, el toque de fantasía y ciencia ficción, más podrían ganar con una puesta al día que las devuelva a la vida en pleno siglo XXI. Aquí van.
Regreso al futuro (Back to the Future, Robert Zemeckis, 1985)
Un Delorean que nos dejaría sin palabras
Lo cierto es que sorprende y mucho, que no tengamos ya en marcha un proyecto tomando forma con el que revisitar este clásico de la historia del cine. La posibilidad de viajar al futuro, de ir hacia adelante y hacia atrás en el tiempo, así como de armar un Delorean ciertamente espectacular... parecen ingredientes suficientes para dotar de sentido a una posible resurrección. Además, la saga sigue contando con un público fiel y se siguen programando reposiciones de la cinta original (hay un previsto para octubre de 2015 en A Coruña), con lo que podría considerarse una apuesta segura.
La historia interminable (Die Unendliche Geschichte, Wolfgang Petersen, 1984)
Viendo el buen resultado que suelen tener en taquilla películas como “Las Crónicas de Narnia” (The Chronicles of Narnia, Andrew Adamson, 2005), “Los juegos del hambre” (The Hunger Games, Gary Ross, 2012) o la serie de Harry Potter, en la que la mezcla de aventuras, fantasía infanto-juveniles y héroes adolescentes, resulta complicado pensar que una nueva puesta en escena de la obra de Michael Ende pudiera ser un sonoro batacazo. El guión está ahí, en una obra literaria inolvidable. El elenco de personajes tiene potencial para dejar una huella para toda la vida en la memoria de las jóvenes generaciones, desde Atreyu a Fuju, el dragón blanco, o la princesa Luna, en busca de un nombre que impida que Fantasía sera devorada por la Nada.
E.T., el extraterrestre (E.T., The Extra-Terrestrial, Steven Spielberg, 1982)
Entrañables al máximo
En cierto sentido, por el juego de las bicicletas, podríamos ver en “Super 8” (id, J.J. Abrams, 2011) un homenaje del propio Spielberg a una de sus más importantes creaciones. Sin embargo, no nos parece suficiente para rendir pleitesía al encanto de este extraterrestre, ya que, contemplándolo desde la óptica actual, la apariencia vintage del muñeco de ojos grandes, estoy seguro de que a alguno de los múltiples creativos de Hollywood se le ocurriría una nueva versión en la que se recuperara el encanto original. Es verdad que Drew Barrymore ya está muy mayor para darle una bicicleta con ruedines, pero en un casting pueden aparecer múltiples niñas adorables que vuelvan a hacernos saltar las lágrimas tocando el dedo iluminado de ET, que sólo quiere volver a casa.
Dos propuesta adicionales
No vamos a presumir de perspicacia u originalidad, a cualquiera se le podrían haber ocurrido estos títulos, a fin de cuentas hablamos de tres imprescindibles en toda hemeroteca. Por eso vamos a jugárnosla con dos apuestas personales.
Los Goonies (The Goonies, Richard Donner, 1985)
En esta película el peso de los efectos especiales sería menor, y no hay un mundo fantástico que permita idear decorados repletos de fantasía e imaginación. Sin embargo, aun así, siguen existiendo todos los componentes para hacer una película ideal para toda familia, capaz de romper la caja en verano o Navidades, en esas épocas en las que los peques son un motivo para ir al cine. Una pandilla de amigos, un tesoro pirata, un misterio, los malos persiguiendo y ese monstruo que no es monstruo porque tiene un corazón enorme. Sólo hay que dejar volar la imaginación para disfrutar con los artilugios con los que podría sorprender el ingenioso “Data” (Richard Wang, interpretado por Ke Huy Quan) en el año 2015.
¡Qué bueno veros por aquí!
Dentro del laberinto (Labyrinth, Jim Henson, 1986)
En la línea de la Historia Interminable, apostando por la base literaria, la fantasía y los protagonistas infantiles. Magia, monstruos adorables y una misión que cumplir para salvar los dos mundos, todo ello con la ventaja de que David Bowie y Jennifer Connelly, que por aquel entonces tenían 39 y 16 años, aun estarían disponibles para participar en este revival. Un aliciente más a favor de la resurrección del laberinto e incluso de los cardados imposibles.
Por último, un deseo personal
¡A por ellos!
No se estrenó en los 80, pero siempre resulta sencillo distinguir el final de una década del comienzo de la siguiente, por lo que en mi memoria está ligada a la misma época. Sería un sueño que el propio Álex de la Iglesia, pero con un presupuesto acorde a estos tiempos (al menos desde la perspectiva mainstream, que el cine de autor pasa por las mismas estrecheces), recuperara “Acción Mutante” (1992) y todo lo que puede dar de sí la ciencia-ficción canalla y con un punto gore. Sólo de pensarlo se me hace la boca agua imaginando todas sus posibilidades. De hecho, ya puestos a resucitar, seguro que al director se le ocurre alguna vuelta de tuerca que darle al guión para que una “Acción Mutante” del 2015 no sólo sea un remake, sino una vuelta a la vida en toda regla.
Álex, ¿te animas?