Los cómics son algo muy serio, de eso no hay duda. No se dejen engañar por las máscaras, los pijamas o los calzoncillos por encima del pantalón, porque eso son luces de colores con las que despistar. Tras esos fuegos de artificio hay mucho más y sólo hay que leer "The Sandman" (Neil Gaiman, Verrtigo), "Predicador" (Garth Ennis y Steve Dillon, DC) o "Calvin y Hobbes" (Bill Watterson) para entender que la literatura, la filosofía o el arte pueden expresarse a través de las viñetas. "El Caballero Oscuro" (The Dark Knight, Christopher Nolan, 2008) sigue esa misma sentencia, para, partiendo de un cómic, demostrar que el cine del bueno no está reñido con los efectos especiales, las persecuciones, los héroes y los malos malísimos. Como siempre, la cuestión no es el continente, sino el contenido.
El contenido de esta nueva revisión del mito de Batman te llega a golpes, como enormes sacudidas que te empujan hacia uno y otro lado. Cuando creías saber quién se quedaría con la chica, llega la gran elección. Resolver el dilema, en vez de llevar a la luz, te arrastra a un túnel con una salida oscura. Aun teniendo las cartas marcadas, siempre hay lugar para una jugada inesperada. Eso es lo que te propone "El Caballero Oscuro", pero lo hace sin perder ni por un minuto el ritmo trepidante, la sucesión de acontecimientos, los dramáticos giros de guión y un cara a cara en el hay que usar las mismas reglas que el contrario para derrotarle.
Oye, ¿pero esto no era una película de superhéroes? No, esto es una sucesión de explosiones que prometen despertar, durante más de dos horas al menos, tu aletargado cerebro. Así que prepárate para una cuenta atrás de la que, no lo dudes, vas a salir con otra idea sobre los cómics y el modo de hacer grandes películas.
Todo un Caballero Oscuro
6: La leyenda renace
El estreno de "El Caballero Oscuro: la Leyenda Renace" (The Dark Knight Raises, Christopher Nolan, 2012) está previsto para el próximo 20 de julio de este mismo año, así que estamos en el momento ideal para recuperar la mejor película de superhéroes de la historia. Un término que, lejos de hacer justicia a la obra, se queda corto a la hora de plantear el alcance verdadero de la cinta. Estamos, por encima de géneros y clasificaciones, ante un título imprescindible para todo el que se precie de disfrutar del CINE (escrito así, con mayúsculas).
5: Christopher obliga
La presencia de Christopher Nolan, saber que el responsable de "Memento" (id, 2000), "Batman Begins" (id, 2005) o "El truco final" (The Prestige, 2006) es el mismo señor de las marionetas que mueve todos los hilos de esta película es una auténtica garantía. Tanto da que hablemos de una superproducción, de muchos millones de dólares de presupuesto, de un cartel de muy alto caché (Christian Bale, Michael Cane, Gary Oldman, Heath Ledger, Morgan Freeman,...) o de una monstruosa campaña de marketing, porque tras todo el humo, la paja y los destellos, queda el peso de la historia. Y en eso, en estrujar la historia, en articular el guión para que sea como una cobra a la que no puedes quitarle los ojos de encima, pero que aun así te lanza tu mordisco mortal al cuello, en eso el señor Nolan es un maestro. O como diría un amigo mío mucho más explícito: ¡es el puto amo!
¿Por qué estás triste, Joker?
4: Un Joker como no habrá otro jamás
El elenco de estrellas sobre el que descansa "Caballero Oscuro" es digno de respeto (puede que el reparto femenino sea mejorable, porque cuesta ver en una película de tanta fuerza a Maggie Gyllenhaal, lo mismo que le pasa a Anne Hathaway, elegida para reencarnar a Catwoman en la nueva entrega), pero todos ellos quedan a la sombra del descomunal personaje armado sobre los hombros de Heath Ledger. Entre el actor y el director crearon un Joker para la historia, un personaje ya mítico, transportado directamente a la leyenda además por el hecho de ser la última interpretación de Ledger antes de su inesperada muerte. Un toque épico que refuerza la sensación de estar asistiendo a un acontecimiento único cada vez que entra en escena. Imposible no verse atrapado por esa sonrisa rota cada vez que nos mira a la cara.
3: Una especie de las raras
Siguiendo con el recuento de detalles dignos de elogio de la película, esta se atreve a romper esa funesta regla en la que una secuela siempre se queda corta a la hora de compararse con la primera entrega. Eso no sucede con "El Caballero Oscuro". De hecho, da la impresión que Nolan y su equipo, una vez convencidos que su propuesta para Batman funciona, que ha calado, que la taquilla recompensa sus alardes visuales y narrativos, se lanzan sin paracaídas a explotar esa vía, llevando a Batman, a Gotham y a todos los espectadores a una nueva dimensión. Una a la que el heroico murciélago jamás había llegado.
Tecnología punta al servicio de Gotham
2: Binomio vista/oído
Como todo producto de calidad, no vale con un solo sentido para disfrutar en toda su magnitud de "El Caballero Oscuro". Al igual que un buen vino se huele además de saborearlo, la película sólo explota todo su potencial una vez que la dejas entrar por cada uno tus canales sensitivos. Están los impactos visuales (los saltos subidos a lomos del Joker, los vehículos que descarrilan pegados a la cámara), pero también los fenómenos sonoros en los que capturan la atención (fíjense en la importancia de las bocas y labios a la hora de componer los planos, algo a lo que ayuda la máscara de Batman y la sonrisa del Joker), todo ello para que no perdamos ni una sola de las palabras. A fin de cuentas, tan importantes son las palabras como los actos para llegar a captar a cualquiera de los protagonistas.
1: El miedo y el vértigo
Batman no tiene miedo porque ya lo ha perdido todo. Joker se ríe de tu miedo porque no tiene nada que perder. Para todos ellos, para el Comisario, el fiscal Harvey Dent y todos los demás, el miedo y la pérdida son los elementos que determinan su comportamiento. Ellos pueden permitírselo, porque son los personajes. Christopher Nolan no puede permitírselo. Para él cada momento de la película cuenta y no hay motivo para postergar hasta el final de la cinta los momentos más dramáticos, las elecciones clave o las mayores tragedias. Para él no, para él la clave es mantener alerta, atento, al espectador en cada minuto de metraje. Y lo estás, no pierdes detalle porque en tu cabeza ya se ha dibujado esa sentencia: si esto pasa ahora, ¿qué más nos espera?
Espéralo todo, porque "El Caballero Oscuro" (The Dark Knight, Christopher Nolan, 2008) apuesta fuerte y lo hace desde el principio.