Como si fueran una canción del verano, los zombies han cobrado una nueva vitalidad (lo que no deja de ser una ironía en su caso) durante este mes de agosto. Con el estreno de “Guerra Mundial Z” (World War Z, Marc Forster, 2013), además de tener tiempo para repasar los pros y contras en la carrera de Brad Pitt, nos ha entrado una importante 'morriña' de todos esos zombies que no podremos olvidar. Unos zombies que nada tienen que ver con los que pululan por la cinta de Marc Foster, porque aquellos sí que fueron capaces de llegarnos muy adentro. Unos zombies inolvidables que queremos compartir con todos vosotros y vosotras, para que tengáis claro que hay algo más en este género que “The walking dead” (y eso que hoy no vamos a hablaros de los grandes clásicos de los 70, 80 y 90).
No, todos los zombies que vamos a poner sobre la mesa en esta ocasión han nacido en el siglo XXI. Unos zombies que son capaces de hacer (junto con otras cualidades como sus guiones, interpretaciones, planteamientos, el humor o la originalidad) que nos olvidemos de las obras de George A. Romero y clásicos como “Braindead” (id, Peter Jackson, 1992) o “El ejército de las tinieblas” (Army of Darkness, Sam Raimi, 1992). Porque, y esto es una confesión, por mucho que le pueda doler a un purista, nosotros nos quedamos con estas cinco obras. Cinco lujos, lujos plagados de zombies, pero lujos al fin y al cabo.
28 semanas después (2007)
Huyendo a toda velocidad del virus
No se pueden negar las virtudes de una película como “28 días después” (28 Days Later, Danny Boyle, 2002), pero para nosotros esta segunda parte es incluso capaz de superar a la primera. Tal y como dejamos claro en nuestra review de la obra de Jaume Balagueró, toda la secuencia inicial es de lo mejorcito que se haya visto en el cine de acción en este siglo XXI. Una combinación ideal de suspense, acción y presentación de las claves sobre las que se regirá el desarrollo de la trama. Una puesta en marcha que ya invita a quedarse hasta el final, ya que, si ese es el comienzo, ¿qué nos esperará a partir de ahí
Lo que te espera una película en la que, tal y como se definiera en la primera entrega de la saga, los zombies no son lentos y fácilmente superables en una carrera. No, de ese nada, los zombies de “28 semanas después” (28 Weeks Later, Jaume Balagueró, 2007) están poseídos por el virus de la ira y corren como el que más. Así, con ese sencillo cambio de planteamiento, se consigue un mayor dinamismo y mucha más emoción en las habituales secuencias de persecución. Una buena muestra de la filosófica sentencia 'si quieres conseguir algo distinto, no hagas las cosas de la misma manera', en la que Balagueró y todo su equipo se apoyan en las bases del cine de este género, pero sin que eso les impida avanzar hacia dónde quieren. Un avance que ojalá algún día nos lleve a ver que “28 meses después” se convierte en realidad. Hasta entonces, recordaremos estas “28 semanas después”.
Bienvenidos a Zombieland (2009)
Trabajo en equipo: tú corres y yo bateo
El humor, además de ser muy sano para el espíritu, permite plantear otro modo de ver las cosas. Un planteamiento que por el hecho de ser menos serio, no tiene por qué estar reñido con la calidad y con el respeto a las principales claves del género. Así podríamos presentar una propuesta como esta, de la que ya os hemos hablado en detalle en este mismo Spoiler (es que somos muy fieles a nuestros amores y filias), una película que podríamos definir de 'meta-zombies'. Nos explicaremos.
Si la metafilosofía es aquella filosofía que versa sobre la propia filosofía, en este caso, tenemos una película de zombies que habla de las propias películas de zombies. Y lo hace de un modo muy original, utilizando el grafismo como un elemento muy llamativo a nivel visual, que permite además reforzar el punto de vista del narrador, actuando al mismo tiempo como contraste a la constante voz en off del protagonista (Jesse Eisenberg). Un grafismo que da más fuerza a ese primer impacto que nos ofrece, uno en el que la propia parodia del género (y es que el género zombie se presta mucho a la caricaturización) nos arranca las carcajadas ya de entrada. Después llegan los brillantes momentos de Woody Harrelson y hasta ese Bill Murray haciendo de Bill Murray Zombie, con muerte dramático-accidental incluida, que protagoniza uno de los mejores gags de los últimos tiempos. Después también llega el habitual rollo chico-chica-beso, pero mezclado con unas buenas dosis de humor, zombies y payasos ensangrentados que lo hacen mucho más digerible.
REC (2007)
En el punto de mira de la cámara
Porque, al contrario de lo que se empeñan en demostrar las megaproducciones yankees y sus cientos de millones de presupuesto, contar una buena historia y hacerlo con calidad no depende (al menos no sólo) del dinero que haya al comenzar el proyecto. Por ese motivo no nos sorprende en absoluto que el propio Balagueró sea capaz de dar en el clavo tanto en una aventura de repercusión internacional como “28 semanas después” como en “Rec” (id, Jaume Balagueró y Paco Plaza, 2007), con apenas un millón y medio de euros de presupuesto y grabada casi en exclusiva en el portal y las escaleras del número 34 de la Rambla de Cataluña en Barcelona.
Es de justicia destacar que Jaume Balagueró no es el único que firma esta película, sino que cuenta con Paco Plaza en la dirección y con Jordi Galcerán en el guión. Entre los tres consiguen armar una trama desarrollada en apenas tres localizaciones mantenga los niveles necesarios de tensión para que no termine saturando. Además, está el condicionante formal de plantear la cinta desde una perspectiva de 'reportaje periodístico', en la que todo lo que se ve entra por el objetivo del cámara, con la narración constante de la periodista (Manuela Velasco), que obliga/permite un tipo de grabación distinto a lo que estamos acostumbrados a ver. ¿Está ahí la clave del éxito No lo creo, porque la diferencia permite llamar la atención de entrada, pero no garantiza que se mantenga la tensión hasta el final. ¿Cuál es la clave entonces Habría que preguntarle al propio Balagueró, pero nosotros nos quedamos con un detalle: los zombies vuelven a ser rápidos...
Zombies Party (2004)
Nada mejor que fingir ser zombies... para no terminar convertido en otro zombie
Puede que en medio de la avalancha de cine norteamericano y la defensa a ultranza del cine patrio como producto de calidad, para muchos espectadores pueda ser una sorpresa el encontrarse como una cinta como esta, de origen inglés. Sin embargo, en el cine británico hay muchas joyas a las que merece prestar atención, y una de ellas es este “Zombies Party” (Shaun of the Dead, Edgar Wright, 2004), con todos los gags imprescindibles para una buena parodia, pero con el punto 'peculiar' que tiene siempre el humor inglés.
Con la dirección de Edgar Wright y guión del propio Wright y Simon Pegg, también protagonista principal de la película, tenemos una divertida comedia, en la que se explota el tema de las normas de supervivencia, tal y como luego harán Fleisher y su equipo en “Bienvenidos a Zombieland”, pero todo ello en unas coordenadas de lo más inglesas, donde no faltan las casitas con su terrenito, los barrios de las afueras de Londres y el imprescindible pub inglés (¿qué sería de los ingleses sin sus pubs ). Un pub tan imprescindible que se convierte en el punto de destino para Shaun y todos aquellos a los que quiere salvar (su ex novia, sus amigos, su padrastro, su madre...), en un viaje que, como no podía ser de otra manera, se complica enormemente. Si no termina de convencerte nuestro alegato a favor de esta película, sólo tienes que ver el trailer de la película en Youtube y ya me dirás si no apetece echarle un vistazo.
Dead Set (2008)
¿Qué tienes que confesar
Cerramos este repaso a todos esos zombies inolvidables con esta serie de televisión, una producción que, por su duración (cinco capítulos y poco más de dos horas de duración total), puede compararse perfectamente con cualquier película del género. Charlie Brooker consiguió dar completamente en el clavo (así se lo reconocieron en los premios BAFTA) con una obra que atrapa ya desde el planteamiento de la trama: ha comenzado Gran Hermano y el virus-zombie se expande por el mundo, sin que dentro de la casa sepan nada al respecto.
Dejando de lado el tema de la crítica (sociedad de zombies deseando entrar en una casa para salir en televisión), la colección de personajes presentados, tanto dentro como fuera de la casa de Gran Hermano (varios de ellos absolutamente geniales), “Dead Set” (id, Charlie Brooker, 2008) llama la atención por la facilidad con la que sostiene una trama que avanza por dos direcciones (dentro y fuera de la casa), destinada a confluir, sin que ninguna de ellas se coma a la otra (y nunca mejor dicho eso de 'se coma a la otra'), cerrando con una apoteosis zombie-televisiva con la que ya le gustaría contar a los Basile y compañía que hoy dominan la programación de la caja tonta.