Queremos reconocer, ya de entrada, que plantear una lista de este tipo, que tiene como objetivo terminar con un nombre que podamos poner al lado de la etiqueta 'el mejor actor del momento' sin que se te caiga la cara de vergüenza, tiene grandes posibilidades de terminar en fracaso o polémica. Sin embargo, su sentido, escaso, es el mismo que pueden tener otras que buscan al 'mejor futbolista del mundo' o 'la mejor playa del mundo' (está en las Islas Cíes, por si a alguien le interesa), así que no por eso nos vamos a echar atrás y, aprovechando que estamos en verano, vamos a lanzarnos a la piscina con este repaso a los candidatos a tan cotizado galardón.
Los que recordamos, pero se les ha pasado el momento
Por supuesto, adelantar que en este repaso a los candidatos al premio de 'mejor actor del momento', no van a estar todos esos grandes nombres con los que, al menos en mi generación, hemos crecido viéndolos en todas y cada una de las mejores películas. Seguro que echarán de menos a figuras del calibre de Sean Pean, Robert DeNiro, Al Pacino, John Malkovich, Johnny Depp o Clint Eastwood, de quienes creemos que sus años más brillantes ya han quedado atrás, demasiado atrás como para que podamos incluirles en esta búsqueda del gran intérprete de la actualidad.
Los que estarían, pero ya no están: Seymour Hoffman y James Gandolfini
Tampoco vamos a dejarles espacio en este repaso a dos de los más grandes de los últimos tiempos, pero no es porque no creamos que no deberían estar muy arriba en esta lista (de hecho, el bueno de Philip Seymour Hoffman estaría peleando por el liderazgo sin ninguna duda), sino que, por desgracia, los dos nos han dejado recientemente, de modos distintos (más dramático Seymour Hoffman, más inesperado lo de James Gandolfini). Por ese motivo, por el gran respeto que les tenemos, no vamos a hacer repaso de sus virtudes, porque ya nos llega con la lástima de no poder disfrutar de ellos en una película más.
Se mantienen en la brecha: Leo DiCaprio y Daniel Day-Lewis
Daniel Day-Lewis
Arrastran muchas décadas de trabajo a sus espaldas, pero ahí siguen, en la brecha, perfectamente establecidos en el Olimpo de Hollywood, pero sin dejar de poner toda la carne en el asador en cada trabajo. Sólo con recordar sus últimas interpretaciones, “Lincoln” (id, Steven Spielberg, 2012) en el caso del británico Daniel Day-Lewis y “El lobo de Wall Street” (The Wolf of Wall Street, Martin Scorsese, 2013) en el de Leonardo DiCaprio, por el que ha sido nominado al Oscar al mejor actor principal, se hace evidente que no podemos obviar sus candidaturas. Sin duda alguna, en ninguna de ellas nos han emocionado del modo que lo hicieron con “Mi pie izquierdo” (My Left Foot, Jim Sheridan, 1989) o “Infiltrados” (The Departed, Martin Scorsese, 2006), pero no se puede negar que siguen en plena forma.
La apuesta unánime: Christian Bale
Del mismo modo que casi no hay aficionado al cine que no considere a Christopher Nolan uno de los más notables directores de la industria cinematográfica actual, no creemos que en una conversación sobre este tema surgieran muchas voces contrarias a incluir a Christian Bale entre los más brillantes actores. Han pasado muchos años desde el impacto que supuso verlo en “El imperio del sol” (Empire of the Sun, Steven Spielberg, 1987), pero su fuerza sigue intacta, tal y como nos ha demostrado con trabajos más recientes como “The Fighter” (id, David O. Russell, 2010) o “La gran estafa americana” (American Hustle, David O. Russell, 2013).
La cara bonita: Ryan Gosling (no Bradley Cooper)
Encaja a la perfección en lo que la industria del entretenimiento estadounidense busca, un actor atractivo, que sea igualmente cumplidor en papeles de galán como de acción y suspense. Su pose más común (serio y de pocas palabras), la hemos visto en muchas películas (atentos al riesgo de encasillarse) y ha ido ganando peso con el paso de los trabajos, algo que se agradece, sobre todo a tenor de lo visto en “Los idus de marzo” (The Ides of March, George Clooney, 2011) y “Sólo Dios perdona” (Only God Forgives, Nicolas Winding Refn, 2013). Le falta curriculum, pero por el momento apunta alto.
El chico difícil: Joaquin Phoenix
Es capaz de lo mejor y casi también de lo peor. Puede ser increíblemente natural, como lo fue en “I'm Still Here” (id, Cassey Affleck, 2010), de visita obligada, sin duda, creíblemente excesivo como en “Gladiator” (id, Ridley Scott, 2000) y pasionalmente rockero como “En la cuerda floja” (Walk the line, James Mangold, 2005), pero también desconcertante. Esa polivalencia, ese no saber cuál será su siguiente paso o por dónde nos puede salir es, desde el punto de vista de quien esto escribe, una de sus más importantes virtudes.
La carta europea: Michael Fassbender
Nacido en Alemania y criado en Irlanda, podemos decir que es uno de los últimos en llegar a esta galería de notables, pero su bagaje, en menos de diez años, obliga a tenerlo muy en cuenta. Nos sorprendió en “Hunger” (id, 2008), con la que comenzó una más que provechosa relación con Steve McQueen, con quien ha trabajado también en las brillantes “Shame” (id, 2011) y “12 años de esclavitud” (12 Years a Slave, 2013), y desde entonces nos ha obligado a fijarnos en él cada vez que lo hemos visto en pantalla. Una de sus más valiosas cualidades: consigue que incluso en una producción mainstream como “X-Men: Días del futuro pasado” (X-Men: Days of Future Past, Bryan Singer, 2014) se hable de su interpretación.
El invitado sorpresa: Christopher Waltz
Quentin Tarantino lo sacó del cine centroeuropeo y desde entonces ya es uno de esos secundarios imprescindibles de la actualidad. Su presencia es una de las razones por las que aguantan tan bien los 'revisionados' películas como “Malditos bastardos” (Inglourious Bastards, Quentin Tarantino, 2009) y “Django desencadenado” (Django Unchained, Quentin Tarantino, 2012), por lo que no nos extraña lo más mínimo que lo hayan subido al carro de “Piratas del Caribe 5”. Antes de que llegue el estreno de la última entrega de la saga, previsto para el año próximo, recomendamos buscarlo en otros títulos.
El representante nacional: Luis Tosar (no Javier Bardem)
Puede sonar a sacrilegio en una panorama tan poco sujeto a salirse del guión establecido como el del cine nacional, pero para nosotros la carrera por ser el mejor actor español del momento la gana con solvencia Luis Tosar. Su ritmo de trabajo es incomparable al de cualquier otro miembro de esta lista (13 títulos desde el 2010), pero eso no implica que sacrifique la calidad en favor de la cantidad, ni mucho menos. Recordar interpretaciones como las de “Te doy mis ojos” (Icíar Bollaín, 2003) o “Celda 2011” (Daniel Monzón, 2011) produce escalofríos, pero resulta todavía más impresionante su facilidad para convertirse en pieza clave de cada película tanto cuando es protagonista como cuando es un secundario de lujo. Ahí está el valor de un profesional de los pies a la cabeza.
Ahora que ya hemos presentado a todos nuestros cualificados candidatos, ¿con cuál te quedarías como el mejor actor del momento? Y lo que es más importante, ¿de quién nos hemos olvidado?