Monstruos University (2013)

Monstruos University (2013)

Escrito por Alejandro

¿Cómo plantearse un proyecto al año sin caer en la repetición agotar las fórmulas que te han llevado al éxito Esta seguro que es una de las preguntas que circulan por las oficinas de Pixar y por la mente de gente como John Lasseter o Andrew Stanton. Está claro, además, que la ambición nunca ha sido un problema. Por eso, para su último trabajo se decidieron por un combo muy arriesgado: un director debutante, Dan Scanlon, responsable de los cortos “ Mate y la luz fantasma” (2006) y “Tracy” (2009) y una precuela. Para acabar de rematar la exigencia, el entorno elegido es un campus universitario, contexto típico del cine norteamericano y del que los creadores de “Monstruos University” (Dan Scanlon, 2013) han sabido sacar el máximo provecho.

"Tú no asustas, pero no tienes miedo."

Las dificultades de la precuela

El minuto uno de “Monstruos SA” (Pete Docter, 2001) es el punto de referencia. En ese momento los monstruos Mike Wazowski y James P. Sullivan son un dúo inseparable. Trabajan juntos en la gran empresa que da nombre a la película y se dedican a la producción de gritos. Fruto de ese ingenioso sistema de puertas que dan acceso a las habitaciones de niños y niñas, víctimas de los temibles asustadores.

photo_4643.jpegMIke Wazowski llega a la Universidad con un claro objetivo en mente.

Entre Mike y Sulley se ha establecido una estrecha relación, muy equilibrada, en la que Sulley ejerce de asustador propiamente dicho y Mike es, en la práctica, su ayudante. Ese que se encarga del papeleo y de poner las condiciones para que su compañero produzca esos necesarios gritos, fuente de energía de toda la sociedad monstruosa.

Estas circunstancias están en nuestra mente a la hora de empezar “Monstruos University” y van a ser cuestionadas desde el primer momento. Porque el sueño de Mike es ser el mejor asustador que existe. Es lo que más desea en el mundo y por lo que va a luchar hasta el final, puesto que queda claro desde el primer momento que carece de las condiciones naturales pero va a suplir todo esto con esfuerzo y sacrificio. Sulley mientras tanto, es el polo opuesto. Procede de una familia de grandes asustadores, pero esas condiciones naturales no las acompaña de nada más. Como si su nombre fuera suficiente para alcanzar aquello a lo que está predestinado.

Sus propias personalidades están en las antípodas de las que ofrecen en “Monstruos SA”, por lo que el proceso que los llevará hasta ese punto es la clave donde se dirime el éxito de “Monstruos University”. Por supuesto, ese camino es lo importante y para recorrerlo habrá que adentrarse en un tipo de película tan norteamericano como el de las universidades y será necesario que los indispensables secundarios estén a la altura de la acción.

Dinámicas de grupo

“Monstruos University” cuenta con el aval de las habituales virtudes de las producciones Pixar. El nivel de los gags es excelente y el equipo que acompaña a Mike y Sulley en esos Juegos Olímpicos tan particulares es brillante. Art, Terry/Terri, Don y Squishy, acompañado de su madre, mejoran a la pareja protagonista en el apartado humorístico y ajustan el necesario equilibrio entre acción, humor y el proceso de aprendizaje de las estrellas de la función. Técnicamente la película es perfecta y en ese punto cabe destacar la fiesta a la que acude el grupo tras su primera victoria. Simplemente, nadie debería perdérselo.

photo_4881.jpegLa animación, como siempre en Pixar, es brillante.

En los pasos por los que transita la relación que se establece entre Mike, Sulley y su equipo descansa la estructura argumental de “Monstruos University”. Ambos llegan a la Universidad con la intención de convertirse en los mejores asustadores, pero rápidamente sus desencuentros los harán caer en desgracia. Su futuro se ve claramente comprometido y lo único a lo que se pueden agarrar es a esa fraternidad que es lo opuesto a la imagen que acostumbran a proyectar.

Una vez ven como única salida esta improbable asociación, toca llevar al grupo a la meta. Para lograrlo, empiezan por la imposición individual: yo puedo solo. La segunda parada es el grupo como carga, porque todos deben llegar hasta el final. Tras las primeras lecciones y fracasos, llegan algunas conclusiones que incitan al trabajo en grupo y cualquier buen resultado provoca un subidón. La inevitable última parada es la confrontación con la realidad porque las buenas intenciones no bastan para crecer. Hace falta que se complete el crecimiento y la comprensión para que el grupo alcance los objetivos trabajando como tal. Mike, Sulley y su equipo llegan a ese punto y, por el camino, los dos protagonistas también afianzarán esa amistad sobre la que descansa “Monstruos SA”.

Modo ambición: On

La explicación sobre la amistad entre Mike y Sulley solo es la mitad del camino. El otro pilar es el cambio en los sueños y planes de Mike. El pequeño monstruo tiene como objetivo ser el mejor asustador que existe y hace falta crear una situación plausible a esa renuncia (porque ya sabemos que en la siguiente película no lo será y no parece molesto por ello). 

photo_3951.jpegMike se atreve con todo y contra quien sea para llegar a donde pretende.

Sin ánimo de destripar el final para aquellas personas que no la hayan visto, sí que puedo afirmar que el planteamiento es, cuando menos, valiente. En un primer momento parece que todo va destinado al happy ending habitual. Han alcanzado el éxito y logrado aquello que se proponían. El equipo creció junto y los protagonistas parecen haber aprendido la lección. Sin embargo, todo huele mal. Ha sido un final sin la emoción esperado, un clímax totalmente descafeinado e impropio del resto de la película.Es una cuestión de sensaciones. Visto desde fuera no tendría por qué ser tan grave que Mike renunciara a ser asustador y eligiera otro camino. Sin embargo, toda la película potencia la idea contraria. Él quiere luchar contra todo y contra todos para serlo. Y según nos acercamos al final de la película y el clímax comienza a ser inminente, la coherencia de la trama se pone en cuestión. Es un momento en el que no se puede negar la ambición de Dan Scanlon, director y guionista.

photo_1949.jpegEl equipo crece unido y acepta unido su destino.

La duda solo dura unos instantes porque falta el último giro. Es la última de las lecciones, una muy poco común en el cine: asumir las responsabilidades. Mike y Sulley lograron el objetivo por caminos no adecuados y pagan sus errores. Los autores evitan la tentación del tradicional perdón con declaración incluida. “no lo volveré a hacer…”

Lectura entre líneas

"Señor Wazowski, siga sorprendiendo a la gente."

“Monstruos University” (Dan Scanlon, 2013) sabe ir hasta el final. Por abandonar el final al que parecía predestinada la película, por comportarse coherentemente (y la coherencia es un bien no demasiado común en el cine de las majors) como precuela y por atreverse a plantear otro tipo de cuestiones. Al fin y al cabo los protagonistas acaban fuera de la enseñanza reglada (crítica obvia y nada sutil a pero, como ya sabemos gracias al epílogo de la película y a la propia “Monstruos SA” pero eso no supone, para nada, su carrera dentro de la empresa de la que acaban siendo los principales exponentes.